La generación
24 de Agosto de 2008 | 00:00
Lucas está apurado por ponerse a jugar a los jueguitos en red. Pero antes debe terminar la tarea que la maestra de quinto año de EPB le dejó para el fin de semana sobre la vida del general San Martín. De los más de 13 millones de resultados que le aparecieron en español con el tag "San Martín", clickeó en la primera página web para realizar su trabajo. De la compu a la carpeta y de la carpeta a la compu, el niño copió, en menos de cinco minutos, un resumen de la biografía del prócer y con una desprolija firma en la parte inferior de la hoja dio por concluida su tarea. El pequeño no sabe todavía cómo citar fuentes de información. Pero como si fuera algo natural, a los diez años de edad, ya tiene incorporado el término "googlear" que, en las esferas más modernas, ya reemplaza al original "buscar" en Internet.
La historia no sorprende. Lucas ya forma parte de una nueva generación de jóvenes que vive con Internet desde que nació. Algunos aseguran que estamos ante una "cultura del Copy - Paste": copiar y pegar, sin lectura, sin análisis y sin reflexión; una modalidad que se agudiza en todos los sectores académicos, pero que se da con mayor frecuencia en estudiantes secundarios y universitarios. Los alumnos, no lo viven con culpa y aseguran que lo hacen "porque a veces las propuestas de los docentes no tienen sentido". Los docentes, por su lado, tienden a caracterizar como carencias lo que en realidad son otras formas de abordar los objetos de conocimiento.
Para Isabelino Siede, profesor Adjunto de Didáctica de las Ciencias Sociales de la UNLP, en la historia de las escuelas cada innovación tecnológica ha suscitado asombros y temores: "la birome, el reloj pulsera, la calculadora y la fotocopia, por ejemplo, generaron cimbronazos semejantes a los que hoy provoca la presencia de celulares en el aula o el acceso a la web dentro y fuera del horario escolar. Como en todos los casos, lleva un tiempo adecuar la propuesta formativa a los nuevos contextos. Así como la imprenta y el libro dieron impulso a la alfabetización masiva y la formación de sistemas educativos, las nuevas formas de circulación de la información ponen en cuestión algunos ingredientes clásicos del formato escolar. Creo que el Copy and Paste es un signo de esas perturbaciones y, como tantas veces, lo primero que suscita es reprobación moral, escándalo e incertidumbre. Progresivamente, los docentes iremos acomodando nuestras propuestas de enseñanza y de evaluación a estas nuevas condiciones".
El director del nivel Polimodal del Normal II, Emilio González, cree que "estamos ante lo que podríamos denominar ´generación inmediatista`o ´generación del Copy and Paste´. Estos jóvenes no tienen ideales sino son copiados, no leen libros sino que, en el mejor de los casos, resúmenes mal hechos. Es una generación que memoriza, porque comprender insume mucho tiempo. Pretenden solucionar las cosas con un doble click".
La costumbre de copiar y pegar no es nueva. Los maestros de antes mandaban a sus alumnos a investigar a la biblioteca. Ahí, inmersos en estantes repletos de colecciones y en el más absoluto de los silencios, los niños (y no tan niños) se dedicaban a copiar textualmente lo que los libros decían. Ahora, con Internet, todo se resuelve con un click. La multiplicidad de opciones que brinda esta herramienta es impresionante, si se la sabe aprovechar y si se instruye sobre como abordarla.
"Yo celebro el hecho de que el chico investigue, que se ponga frente a la computadora y lea artículos e información a la que no hubiese llegado de no ser por el trabajo que se le encargó. Los hipervínculos son infinitos y en ese aspecto estimula el aprender y, sobre todo, la idea de que uno puede aprender solo", entiende la socióloga y docente María Gelly Genoud.
Mario Margulis en "Docentes, computadoras y alumnos. Hacia un nuevo tipo de relación con el conocimiento" sintetiza la situación actual: "podemos ver a algunos docentes pidiéndoles a los alumnos que busquen información en Internet con las mismas consignas que cuando los envían a una biblioteca. No se advierte en este caso que, el mayor problema consiste en entender que Internet es quizás la biblioteca que mayor información posee en el mundo y que lo más parecido a una bibliotecaria está representado por los buscadores".
Copy and Paste
Verdaderas ensaladas que "no pegan ni con cola" es en lo que se convierte, muchas veces, el trabajo de casa de un adolescente. "Copio y pego, total, sale con fritas", es una respuesta recurrente entre los estudiantes. No ven mal esta práctica y la utilizan todo el tiempo. Para la docente Genoud hay trabajos que son "un verdadero pastiche"; es decir, un corte y pegue sin hilo conductor, sin nexos entre sí, textos verdaderamente fragmentarios, en los que no sólo no se nombra la fuente sino que, además, "no se pueden comprender porque son incoherentes".
Al respecto, la licenciada en Sociología María Gabriela Córdoba entiende que el corte y pegue puede llegar a ser positivo: "Creo que a veces funciona mejor que la réplica de memoria, si es que e implicó una lectura previa, búsqueda de material, reflexión. Si tiene coherencia interna, no me parece que sea perjudicial para nadie. Pero si es sin leer, sin saber que se pone, y es un zafe y punto, no aporta nada".
Otra de las cuestiones que entran en juego en esta modalidad es la del plagio estudiantil; es decir, "la copia sustancial de una obra ajena dándola como propia", según el significado de la Real Academia Española. La mayoría está de acuerdo en que no todo plagio es intencionado. En ocasiones, el no saber cómo citar correctamente una fuente, o desarrollar ideas a partir de otros olvidando proporcionar el crédito debido, constituyen actos involuntarios o sin mala fe. "No creo que los estudiantes tengan noción siquiera de que se trata de una situación de plagio o de lo que esto significa, porque para ellos puede ser simplemente una forma de "zafar" ante la realización de un trabajo de investigación", asegura Emilio González.
La cantidad de páginas web que ofrecen trabajos monográficos, apuntes, exámenes y prácticas gratis ha crecido de sobremanera. El famoso "Rincón del vago" (ver aparte) ha ganado una popularidad impensable entre los jóvenes. También hay webs en las que ofrecen realizar "trabajos escolares a medida", lucrando (porque estos no son gratis) con la desesperación de los jóvenes por el "no llegar con las entregas" o por "estar hasta las manos". En contraposición de estas páginas "amigas" de los estudiantes, se han creado programas especiales que permiten comprobar si ciertos documentos fueron copiados, total o parcialmente.
Choque cultural
Algunos estudiantes sostienen que copian y pegan porque las propuestas de los profesores "no aportan nada y no alientan al análisis". Al respecto, María Cecilia Buffa (24), estudiante universitaria y ayudante alumna de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la UNLP opina que "el estudiante debe hacer el esfuerzo por reflexionar sobre aquella información que encuentra; pero también es tarea del docente fomentar la crítica en el alumno, acompañarlo en el proceso para que pueda construir su propio discurso y no se vea en la necesidad de apropiarse de uno ajeno".
Muchos especialistas sostienen que el desafío de los docentes de estas nuevas generaciones es poder entender y amoldarse a estos "nuevos alumnos" que, por estar relacionados desde pequeños a las TIC (Tecnologías de la Información y la Comunicación), presentan aprendizajes con características diferentes: "ni carecientes, ni irresponsables, ni menos capaces de aprender, ni de bajo nivel académico; simplemente con otras formas de comprender y transitar por los espacios educativos", asegura la licenciada en Ciencias de la Educación María José Miranda.
En "Creciendo en un entorno digital. La Generación Net", el especialista en tecnologías de la información, Don Tapscott opina que es el concepto de educación lo que está cambiando a medida que pasamos del maestro como transmisor de información a estudiantes que aprenden mediante el descubrimiento a través de los medios. "El papel del maestro sigue siendo crucial, pero ha ido cambiando, con miras a estructurar la experiencia de aprendizaje, motivar, suministrar contexto e integrar disciplinas. Los miembros de la Generación Net, que están habituados al aprendizaje interactivo, se sentirán cada vez más insatisfechos con el viejo modelo educativo".
Para el profesor Siede la "generación del copy-paste" son los estudiantes que hoy han perfeccionado los métodos de acopio. "Antes llevaba horas preparar un machete y frecuentemente uno terminaba aprendiendo bastante mientras lo hacía. Ahora estamos ante el agotamiento de una modalidad formativa: es hora de volver a tender un puente entre conocer y pensar. Hoy la didáctica de la matemática ha incorporado el uso de la calculadora (que era su enemigo más temido en los setenta), el reloj pulsera en los alumnos no es visto como una pérdida de poder sobre el tiempo escolar y la birome habita las aulas para horror de los amantes de la caligrafía. Dentro de poco, ya no hablaremos del Copy and Paste, sino de mejores o peores consignas de enseñanza escolar".
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