Una zona de riesgo permanente
El país trasandino sufrió 13 terremotos de magnitud desde 1973. Las razones
| 28 de Febrero de 2010 | 00:00

La historia de Chile registra numerosos sismos y solo desde el año 1973 suman 13 los terremotos que tuvieron una magnitud en la escala Richter superior a los 7 grados.
Esto se debe a que la costa chilena se ubica justo en el límite entre dos placas tectónicas: la Sudamericana y la de Nazca, que se mueven una hacia la otra a una velocidad de alrededor de 8 centímetros al año, provocando un fenómeno de "subducción" que provoca una gran cantidad. Esa energía frecuentemente se libera a través de terremotos.
Así lo explica la geofísica María Laura Rosa, de la facultad de Ciencias Astronómicas y Geofísicas de la Universidad de La Plata, quien indica que ese fenómeno convierte a las costas de Chile y Perú en la zona más crítica en materia sísmica de Sudamérica.
EL FENOMENO
"La placa de Nazca, que es oceánica, se mete por debajo de la Sudamericana, que es continental, en un fenómeno de convergencia que genera grandes cantidades de energía que se liberan a través de los terremotos", indica Rosa.
En el caso del terremoto de ayer, considerado de gran magnitud, "se originó por una falla inversa en el límite entre las placas tectónicas de Nazca y Sudamericana".
El movimiento compresional originado en el choque de estas dos placas liberó energía y continúa haciéndolo, generando sismos de distintas magnitudes, ya que sólo durante las 8 horas posteriores al evento se registraron 28 réplicas de menor intensidad, explica un comunicado difundido ayer por la mencionada facultad.
¿SE PUEDEN PREVENIR?
Una de las dificultades que plantean a los expertos estos fenómenos es la que supone, en la actualidad, predecir los terremotos (dónde, cuándo y con qué frecuencia ocurrirán), pese a los avances tecnológicos realizados en la materia en los últimos años.
El problema principal radica en que hasta hoy no se conocen con precisión los parámetros que interactúan para originar un terremoto y cuantificar en forma temporal la energía que se acumula en las placas tectónicas terrestres y cuándo se va a romper la roca para liberar esa energía en forma elástica.
En la Argentina también existen zonas de mayor riesgo sísmico, entre ellas las provincias de San Juan, Mendoza, Neuquén y Tierra del Fuego, porque ocupan la faja cordillerana considerada crítica en materia de sismos.
Con todo, los sismos -aunque de menor magnitud- son constantes en toda la superficie terrestre, aseguran los especialistas.
Hasta el Río de la Plata ha sido epicentro de varios terremotos y ha sido alcanzado con intensidad por dos remezones, pudiendo en el futuro producirse nuevos episodios, indican los especialistas, que indican que varios temblores fueron registrados previamente en ese sitio en los años 1848, 1888, 1988, 1990 y otro remezón en el año 1977, relativizando el mito de que el Río de la Plata es una zona asísmica.
Esto se debe a que la costa chilena se ubica justo en el límite entre dos placas tectónicas: la Sudamericana y la de Nazca, que se mueven una hacia la otra a una velocidad de alrededor de 8 centímetros al año, provocando un fenómeno de "subducción" que provoca una gran cantidad. Esa energía frecuentemente se libera a través de terremotos.
Así lo explica la geofísica María Laura Rosa, de la facultad de Ciencias Astronómicas y Geofísicas de la Universidad de La Plata, quien indica que ese fenómeno convierte a las costas de Chile y Perú en la zona más crítica en materia sísmica de Sudamérica.
EL FENOMENO
"La placa de Nazca, que es oceánica, se mete por debajo de la Sudamericana, que es continental, en un fenómeno de convergencia que genera grandes cantidades de energía que se liberan a través de los terremotos", indica Rosa.
En el caso del terremoto de ayer, considerado de gran magnitud, "se originó por una falla inversa en el límite entre las placas tectónicas de Nazca y Sudamericana".
El movimiento compresional originado en el choque de estas dos placas liberó energía y continúa haciéndolo, generando sismos de distintas magnitudes, ya que sólo durante las 8 horas posteriores al evento se registraron 28 réplicas de menor intensidad, explica un comunicado difundido ayer por la mencionada facultad.
¿SE PUEDEN PREVENIR?
El problema principal radica en que hasta hoy no se conocen con precisión los parámetros que interactúan para originar un terremoto y cuantificar en forma temporal la energía que se acumula en las placas tectónicas terrestres y cuándo se va a romper la roca para liberar esa energía en forma elástica.
En la Argentina también existen zonas de mayor riesgo sísmico, entre ellas las provincias de San Juan, Mendoza, Neuquén y Tierra del Fuego, porque ocupan la faja cordillerana considerada crítica en materia de sismos.
Con todo, los sismos -aunque de menor magnitud- son constantes en toda la superficie terrestre, aseguran los especialistas.
Hasta el Río de la Plata ha sido epicentro de varios terremotos y ha sido alcanzado con intensidad por dos remezones, pudiendo en el futuro producirse nuevos episodios, indican los especialistas, que indican que varios temblores fueron registrados previamente en ese sitio en los años 1848, 1888, 1988, 1990 y otro remezón en el año 1977, relativizando el mito de que el Río de la Plata es una zona asísmica.
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