Don Jorge Bell: gran luchador y soñador
El propietario de la Estancia Grande ocupó un lugar prominente como miembro de la alta sociedad porteña
| 7 de Mayo de 2010 | 00:00

Entre las tantas publicaciones que describen el surgimiento de las distintas localidades de la Provincia se encuentra el "Album Argentino - Libro de estudio de la provincia de Buenos Aires", que editado alrededor de 1913. Allí hay una reseña del significado que tuvo para la zona la fundación del pueblo que surgió a partir de Estancia Grande, una extensión de tierra perteneciente a la familia Bell. Actualmente, el casco de esta propiedad se encuentra en el interior del Batallón de Comunicación 601, expropiado por el estado nacional en 1944.
El álbum histórico hace especial mención de las características personales de Jorge Bell, propietario de la estancia: "el nombre de don Jorge Bell, progenitor de los que hoy con legítimo orgullo pueden ostentar este apellido, está intimamente ligado a nuestra sociabilidad y a la historia ganadera del país. Gran luchador, puso a contribución sus energías y actividades en pro del adelanto de sus diversos establecimientos, logrando, sino dar cima a su obra, por lo menos dejarla encausada para que sus descendientes llegaran -como lo han hecho- a su total realización".
"Hijo de sus propios méritos, ocupó un lugar prominente como miembro de la alta sociedad porteña, a la cual contribuyó a dar realce dentro y fuera del país, y sus cualidades de "gentleman", le favorecieron en manera tal, que su nombre, después de su desaparición del escenario de la vida, fue, es y será recordado con sincero afecto. Falleció, lealmente sentido por todos, en el año 1910, y su vida de hombre activo le dedicó a fundar el establecimiento, vinculado de una manera positiva su nombre a la riqueza del progreso nacional", recuerda la publicación.
Estancia Grande era uno de los establecimientos de campo más importante de la Argentina de fin de siglo. Fue fundada por Jorge Bell en el año 1879, y su ubicación era privilegiada gracias a la proximidad a dos centros importante de población -como lo eran La Plata y Villa Elisa- y puertos de embarque.
Luego de la muerte de Don Jorge Bell y de su esposa Catalina Shaw, estas tierras son heredadas por sus hijos quienes debido a las deudas contraídas por uno de ellos, las pierden siendo las mismas subastadas en remate público.
En el año 1920 Percival Bell, uno de los hijos menores de Don Jorge Bell, vuelve a adquirir la estancia y vive en ella con su esposa e hija hasta marzo del año 1944 en el que se la expropian las tierras para la creación de Cuarteles.
El álbum histórico hace especial mención de las características personales de Jorge Bell, propietario de la estancia: "el nombre de don Jorge Bell, progenitor de los que hoy con legítimo orgullo pueden ostentar este apellido, está intimamente ligado a nuestra sociabilidad y a la historia ganadera del país. Gran luchador, puso a contribución sus energías y actividades en pro del adelanto de sus diversos establecimientos, logrando, sino dar cima a su obra, por lo menos dejarla encausada para que sus descendientes llegaran -como lo han hecho- a su total realización".
"Hijo de sus propios méritos, ocupó un lugar prominente como miembro de la alta sociedad porteña, a la cual contribuyó a dar realce dentro y fuera del país, y sus cualidades de "gentleman", le favorecieron en manera tal, que su nombre, después de su desaparición del escenario de la vida, fue, es y será recordado con sincero afecto. Falleció, lealmente sentido por todos, en el año 1910, y su vida de hombre activo le dedicó a fundar el establecimiento, vinculado de una manera positiva su nombre a la riqueza del progreso nacional", recuerda la publicación.
Estancia Grande era uno de los establecimientos de campo más importante de la Argentina de fin de siglo. Fue fundada por Jorge Bell en el año 1879, y su ubicación era privilegiada gracias a la proximidad a dos centros importante de población -como lo eran La Plata y Villa Elisa- y puertos de embarque.
Luego de la muerte de Don Jorge Bell y de su esposa Catalina Shaw, estas tierras son heredadas por sus hijos quienes debido a las deudas contraídas por uno de ellos, las pierden siendo las mismas subastadas en remate público.
En el año 1920 Percival Bell, uno de los hijos menores de Don Jorge Bell, vuelve a adquirir la estancia y vive en ella con su esposa e hija hasta marzo del año 1944 en el que se la expropian las tierras para la creación de Cuarteles.
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