Cambaceres se trajo de Campana un punto de oro

Lo ganaba bien, pero a cuatro minutos del final Villa Dálmine se lo empató

Partidazo en Campana. De ida y vuelta y con varias emociones sobre los arcos. Cualquiera de los dos pudo haberse llevado los tres puntos, de eso no hay dudas. Cambaceres y Villa Dálmine ofrecieron un partido electrizante y emotivo por donde se lo mire.

Los de Ensenada, con un esquema táctico ordenado y bien definido, salió con determinación a llevarse por delante a Dálmine. Y lo consiguió. Gracias al trabajo de los volantes (sobresalió la tarea de Casanova y Benavente), mostró ser el más ambicioso de los dos, y en varias ocasiones puso en aprietos a una defensa que exhibió enormes desacoples, sobre todo, en la segunda parte.

Sin embargo, la primera emoción llegó recién a los 29, a través de un cabezazo del "grandote" Cáspary, quien a aprovechó un descuido defensivo.

No obstante, la alegría de duró muy poco a los de Walter Otta, ya que el Rojo alcanzó la igualdad a los 36 por intermedio de Tomás Ruscitti, quien capitalizó un rebote dentro del área.

Ninguno de los dos se conformaron con el empate. Al contrario. Tres minutos después del empate de Camba, Arias Navarro (una de las figuras de la tarde) le tapó de manera brillante un mano a mano a Cáspary, y en el rebote, Bertolo estrelló un cabezazo en el palo derecho.

El Rojo también tuvo su oportunidad a los 43, en los pies de Nicolás Kissner, quien falló en el mano a mano ante De Nicola.

En la parte final, los dos equipos siguieron dilapidando goles. Pero a los 19, Maxi Benítez adelantó a Camba, en el mejor momento de los de Alejo Santa María. Y a los 32, Benítez se perdió un gol increíble (la tiró afuera, en otro mano a mano), que pudo haber liquidado el pleito en favor del Rojo. Y cuando se acercaba el final, Villa Dálmine encontró el gol del empate, mediante otra intervención (también de cabeza) de Cáspary.

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