Hallan joyas de Eva Perón que habían sido robadas

Los Carabinieri italianos hallaron en un hotel de lujo de Milán joyas robadas en España y valuadas en seis millones de euros -más de 8 millones de dólares- que pertenecieron a la ex primera dama argentina Eva Perón, según confirmaron fuentes policiales, que señalaron que habían sido robadas en una joyería de Valencia, España, el 17 de diciembre de 2009.

Estas piezas, entre las que se encuentran una tiara donada por el Rey de Holanda en la década de los años 50 del pasado siglo valorada en cuatro millones de euros, varios anillos y un par de pendientes, fueron halladas en una habitación del lujoso hotel Silver, situado en la periferia de Milán.

Allí estaba alojado uno de los sospechosos, al que la policía, según los medios italianos, previamente había identificado gracias a las grabaciones de seguridad de la joyería valenciana.

Los Carabinieri -la policía militarizada de Italia- decidieron entrar en la habitación del hotel en el momento en que el sospechoso, que había reservado la habitación con un nombre falso, abandonó el recinto "quizá para acudir a una cita relacionada con la compraventa de bienes robados", explicaron las autoridades.

La operación se desarrolló con la colaboración de la Policía Nacional española, con la que los Carabinieri llevan investigando conjuntamente desde una semana después de que se produjera el robo. Los presuntos autores del robo, según los datos de la Policía italiana, son siete hombres gitanos serbios.

Según se señaló, los sospechosos se hacían pasar por jeques y hombres de negocios, que contactaron con los joyeros de Valencia tras ver expuesta la colección de Eva Perón en la Feria del Lujo de Valencia en el otoño de 2009, supuestamente como interesados en la compra de las alhajas.

"Tras varios encuentros, consiguieron ganarse su confianza", precisaron las fuentes, y el 17 de diciembre de 2009, cuando se produjo el robo, los presuntos autores del delito se dirigieron a la joyería, donde contaron los billetes originales bajo la mirada de los propietarios, pero un cómplice, escondido, cambió el maletín con los billetes verdaderos por otro con dinero falso.