Los taiwaneses vegetarianos imponen el plato del mediodía

Al mediodía, la solución para quienes no tienen mucho tiempo para almorzar viene en bandejitas descartables y sabe a gustos asiáticos. Se trata de la comida china vegetariana, un boom gastronómico en la Ciudad que se convirtió en la primera opción para cientos de oficinistas y estudiantes que buscan comer sano, liviano y a buen precio.

Casi todas están ubicadas en el centro, apuntan a la venta de comida recién elaborada y a bajos precios y funcionan con un esquema similar, los clientes eligen el alimento, luego se pesa y se cobra en pocos minutos. Estas casas de venta de comida vegetariana surgieron hace unos 8 años en pequeños negocios; al principio ofrecían algunos pocos platos como arrolladitos primavera, chow mien, guisos a base de soja, verduras e incluso a algunos postres y dulces típicos orientales.

Hoy funcionan alrededor de una docena, pero la precursora fue la rotisería de Chen, un taiwanés que al llegar a la Argentina se rebautizó como Ezequiel, afirma que el proyecto de abrir un local con comidas vegetarianas surgió hace 8 años.

"Acá no había nada, la gente no conocía nuestra comida, pero la idea era ofrecer comida oriental con algunas influencias occidentales y que fuera sana. Lo primero que probaron los clientes fueron los fideos de arroz y luego las comidas con arroz yamaní", cuenta Chen.

La repercusión fue tan grande que en poco tiempo tuvieron que dejar un pequeño local que alquilaban en calle 6 entre 49 y 50 para mudarse al actual en el que trabajan 6 personas. "En Taiwán el gobierno dispuso que una vez a la semana se coma comida vegetariana, eso es sano; yo soy vegetariano desde hace 20 años, el concepto de alimentación está cambiando y por eso también nos gusta enseñarle a la gente a comer estos platos", dice el taiwanés.

En el abanico de posibilidades todo se ve saludable, tortillas de brócoli, zanahorias o choclo, verduras al vapor, ensaladas, chow fan, chow mien, salteados de vegetales y arrolladitos primavera. Las preparaciones son siempre del día, entre las 12 y las 14, las bandejas humeantes repletas de comida recién hechas, reemplaza las vacías.

ALGUNOS PRECIOS

En líneas generales los precios rondan los $ 30 el kilo; aunque los típicos arrolladitos cuestan $ 2,50 y $ 3 las milanesas de choclo, soja o calabaza. En promedio un hombre come 400/500 gramos y una mujer unos 300 gramos, por lo que almorzar puede salir unos $ 15. En ese esquema una de las ventajas que más destacan los comensales es la posibilidad de elegir entre una gran variedad de platos y servirse la medida exacta de lo que se quiere comer.

Tingwei trabaja junto a su madre en un local cercano al ministerio de Salud, allí como en todas las casas de comida asiática abren sólo los mediodías y de lunes a viernes. "Acá lo que más gusta es el chao fan, el chao mien y el mifen", cuenta.

A pocas cuadras, en 12 y 46, Chsien Chih asegura que desde que abrieron el local tuvieron muy buena repercusión con los platos, tanto que cada mediodía vuelven a su local decenas de empleados que no sólo se llevan su vianda sino que también eligen el menú para sus compañeros. "Esto no sé cómo se llama, yo le digo bocaditos y Chsien ya sabe lo que quiero, son riquísimos", asegura una joven que trabaja en la zona de Tribunales y que todos los días busca su almuerzo en ese comercio.