A 100 años del nacimiento del padre del terror en Argentina

El gran Narciso Ibáñez Menta, de quien hoy se cumplen 100 años de su natalicio, continúa en la memoria de quienes lo admiraron y temblaron con sus historias.

Nacido en Sama de Langreo, Asturias, el 25 de agosto de 1912, el actor y director español que muchos toman por argentino de nacimiento no debió pelear contra los prejuicios de su familia: sus padres Narciso Ibáñez y Consuelo Menta eran gente de teatro.

Amante del teatro, en el país se lo vio en “Los granujas”, de Arniches, y en obras como “El jorobado de Notre Dame”, “Arsénico y encaje antiguo”, “Sangre negra” y “El carro de la basura”, entre otras.

En el cine argentino fue el payaso castigado de “El que recibe las bofetadas” y el maestro de “Corazón” (1947), fue Pedro Bonifacio Palacios en “Almafuerte” (1949) y el cándido anciano preso de “Procesado 1040” (1958). También descolló en “Obras maestras del terror” (1960) y se destacó en “La cigarra no es un bicho” (1963), “Kuma Ching” (1969) y “Los muchachos de antes no usaban arsénico” (1976).

A fines de los 50, se propuso aterrorizar al país con historias tremebundas y máscaras horripilantes. Así, volvió inquietantes las noches de grandes y chicos con “El fantasma de la Opera” (1960), seguida por “El hombre que volvió de la muerte”, “El monstruo no ha muerto”, “El pulpo negro” y “Otra vez Drácula”, donde sus infinitos rostros deformes y su voz inconfundible dejaron un recuerdo inolvidable.

Su última incursión en la TV fue en 1979, con “Mañana puedo morir”, por Canal 13, junto a Nelly Beltrán, José María Langlais y Teresa Blasco. Sobre su figura se rodó el documental “Nadie Inquietó Más”, de Gustavo Mendoza, y se editaron algunos libros, entre ellos, “N.I. M.: esencialmente, un hombre de teatro” de Graciela Restelli.

Ibáñez Menta murió en Madrid, el 15 de mayo de 2004, a los 92 años.