El Día de la Mujer, una fecha para renovar el compromiso por la igualdad

Es mucho lo que se ha avanzado en materia de igualdad de género. La mujer tiene, en el mundo civilizado, oportunidades y reconocimientos que le fueron negados durante siglos. Sin embargo, también es mucho lo que falta por hacer. Aún hoy, las mujeres sufren discriminación, maltrato y distintas formas de sometimiento. El Día Internacional de la Mujer -que se celebra hoy en todo el mundo- resulta, como todos los años, una oportunidad propicia para llamar la atención sobre las conquistas pero también sobre los desafíos pendientes.

Esta celebración, como se sabe, es un justo homenaje a los esfuerzos y sacrificios realizados durante décadas para contribuir a la igualdad entre las mujeres y los hombres, y también para combatir las distintas formas de discriminación y de maltrato a las que muchas veces son sometidas las mujeres. Pero también es una forma de renovar el compromiso por esa lucha que aún es necesario dar.

Si se mira la situación de la mujer con una perspectiva internacional, se advierte que en muchos países aún está condenada a un trato casi primitivo y relegada a un rol de inaceptable sometimiento. No es la realidad de las democracias occidentales, donde sin embargo también existen asignaturas pendientes para lograr una plena igualdad. La Organización General de las Naciones Unidas ha advertido en estos años que “en casi todos los países las mujeres siguen estando subrepresentadas en los puestos de adopción de decisiones” y su trabajo es “subvalorado, insuficientemente remunerado o no remunerado en absoluto”.

En el plano educativo, por ejemplo, las estadísticas internacionales muestran que el analfabetismo es más alto entre las mujeres que entre los hombres.

Pero como también ha señalado la ONU, lo más grave es que la violencia contra las mujeres y las niñas persiste en todos los continentes, todos los países y todas las culturas, con efectos devastadores en la vida de las víctimas, sus familias y toda la sociedad.

La violencia de género es, en nuestro país, un drama que se refleja en alarmantes estadísticas. Y la Argentina quizá sea uno de los países más evolucionados de Latinoamérica en este sentido.

Por eso es que el Día Internacional de la Mujer debe servir, en definitiva, para reforzar el compromiso cotidiano de luchar contra toda forma de maltrato y discriminación que ponga a la mujer en situación de víctima.

Se trata de un desafío crucial, que involucra factores culturales, herramientas legales y respuestas adecuadas del Estado y fuerte compromiso de las organizaciones civiles y de la sociedad en su conjunto.

Una estadística publicada hace pocas semanas por EL DIA daba cuenta, por ejemplo, de que la mayoría de las mujeres asesinadas por sus parejas o ex parejas habían denunciado en una o varias oportunidades que estaban en riesgo y habían pedido auxilio. Algo falló, porque esas advertencias no fueron suficientes para ponerlas a salvo.

Por supuesto, no se trata de una problemática que vaya a resolverse mágicamente. Pero tomar conciencia del camino que falta por recorrer ya es un logro significativo. Cabe esperar ese aporte de este nuevo Día Internacional de la Mujer.