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Revista Domingo |NOTA DE TAPA

Wolverine: Y rasguña las piedras

El mutante más famoso del mundo está de vuelta. Wolverine: Inmortal llegó a los cines el último jueves. En esta nota, un repaso por la vida de este personaje tierno y filoso nacido allá por el ‘74

28 de Julio de 2013 | 00:00

Por JOSE SUPERA
Escritor

1.

Sos un oustsider. Un hombre alejado de las normas convencionales, alguien que vive al margen de todo y de todos. Un nómade, un animal encarnado ahora en ser humano. Sin pasado, o con un pasado que no podés recordar, enorme, infinito, de no sabés cuándo, porque estás lleno de recuerdos, lleno de pasado, porque no te podés morir pero la gente que te rodea sí se muere, se va, o se queda en su tiempo, y vos seguís acá, siempre presente, proyectándote, sin envejecer, vagando entre realidad y realidad como un mendigo, un inmortal entre mortales. Tenés un poder de curación que hace que tus heridas cicatricen muchísimo más rápido de lo normal. Los traumas de tu infancia, por ejemplo. Por eso podés vivir tanto. Porque todo lo que te hiere sana rápido, las heridas son heridas pero cierran enseguida, porque ni los hombres ni sus historias ni el mismo tiempo pueden lastimarte, por lo menos no por mucho tiempo. Y tu esqueleto es de metal indestructible. Y de tus manos salen tres garras de acero filosas hechas de ese mismo metal. Sos el mutante más famoso del mundo. Te llaman Wolverine.

2.

Tu génesis dice que sos hijo de John y Elizabeth Howlett. Crecés enfermo y asmático y débil. La tragedia ya te ronda de pequeño. Un ex amigo de tu padre, Thomas Logan, dice un día que tenía un romance con tu madre y mata a tu padre delante de tus ojos. Por primera vez en tu vida te sentís bestia. Dos garras de hueso salen de tus manos. Matas al amante de tu madre y asesino de tu padre. Tu madre se suicida al ver la escena. Es la primera vez que escapás. Y no va a ser la última.

3.

Vivís durante un tiempo con los lobos. Te conectás con lo animal de tu ser. Sos uno más de la manada. Aprendés de la vida. Crecés en fuerza y sabiduría. Te estás transformando en una leyenda pero no lo sabés.

4.

Ya sos todo un hombre cuando te establecés en Madripoor, un principado en el sudeste de Asia. Tus primeros trabajos son como mercenario. Vagás por Japón, te ven en Shangai, también en México. Participás de la Primera y Segunda Guerra Mundial y de la Guerra Civil Española. En 1961 vos mismo te apodás The Wolverine. Estás en Cánada y gracias a tu prontuario de guerra y otras yerbas te metés en un proyecto de superhumanos que depende del gobierno canadiense y se llama Arma X. Te implantan una nueva memoria. Gracias a tu factor de curación mutante, sos sometido a un proceso en el cual tu esqueleto y las garras que llevás entres tus huesos, son cubiertos de adamantium, un metal de cualidades indestructibles. Algo sale mal. La bestia escapa de la jaula. El animal que sos está libre. Todos mueren en esa dependencia secreta militar. Todos menos uno.

5.

Vagás por los bosques. Estás confundido, alterado. Sos un arma peligrosa e indestructible. Pasás a formar parte de las filas de Alpha Flight, un grupo de supersoldados canadienses. Salís de ese grupo. Son épocas de búsqueda interna. No sabés si tu esencia es la de un asesino o mercenario o supersoldado o ninguna de ellas. Trabajás con antiguos aliados. Peleás mano a mano en un bosque con un hombre verde gigante llamado Hulk y salís vivo. Y entonces aparece un hombre que viene de Estados Unidos y te saca del abismo. Un pelado en silla de ruedas, un mutante. Un tal Charles Xavier.

6.

El pelado en silla de ruedas te entiende. No tiene la cura para tu defecto cromosómico que te diferencia de los demás y te hace distinto, mutante. Pero puede hacerte un lugar en su grupo de mutantes. Pasás a ser un X-Men.

7.

Con los X-Men sos un Napoleón de mil batallas. Te enamorás de Jean Grey, una de sus integrantes. Poco a poco, sentís al grupo como una familia. Magneto, líder de la Hermandad Mutante del Mal que tiene el poder de manipular los metales a través del magnetismo, en una batalla épica, te saca todo el acero indestructible que recubre tu esqueleto. Bajo influjo del semidios Apocalipsis atacás a tus propios amigos. Volvés a recuperar el metal irrompible que cubre tus huesos. Sos parte importante en “Día de M”, cuando despertás en un mundo dominado por los mutantes y donde el humano ahora es excluido y relegado. Extrañamente y de un día para el otro el villano Magneto es líder y amo supremo de la Tierra. Ningún superhéroe recuerda nada. Nadie pelea contra Magneto. Todos los superhéroes bajan las cabezas aceptando que todo está bien. Pero hay una sola persona en el mundo que recuerda que hace unos días el mundo en el que vivía no era ése, incluso, Magneto y todos los mutantes del planeta estaban relegados en una isla. Hay una persona que lucha contra el sistema. Obvio. Vos.

8.

La isla llamada Utopía es el lugar donde han recluido a todos los mutantes. Ahí mismo peleás a muerte con Cíclope. Tienen ideas diferentes de cómo guiar la cruzada mutante. Se separan. Fundás en Nueva York la Escuela Jean Grey para Jóvenes Dotados, que había fundado el ahora fallecido Charles Xavier. Estás viejo y gruñón pero ahora sabés más cosas que antes. Llevás la bandera de la coexistencia entre humanos y mutantes. Peleás por lo mismo que ese pelado que te enseñó la verdad de las cosas. Tu historia no termina acá. Tu historia recién empieza porque sos inmortal. Sos el mutante más famoso del planeta. Tu nombre: Wolverine.

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