El presidente de Francia, forzado a hablar sobre su vida privada
| 14 de Enero de 2014 | 00:00

PARÍS.- La vida privada de François Hollande acaparaba ayer la actualidad en Francia, tras las revelaciones sobre la relación del presidente con una actriz y la hospitalización de su pareja Valérie Trierweiler, un día antes de una importante rueda de prensa presidencial.
En vísperas de esa conferencia de prensa, cuyo tema central debía ser la situación económica, Hollande se verá obligado a dar explicaciones, dado que esas revelaciones se producen en el peor momento para el presidente, que esperaba poner punto final a la página de un año 2013 catastrófico, marcado por su incapacidad para frenar el desempleo.
Cuando se preparaba a explicar hoy, ante 500 periodistas, su nueva política económica de corte “social-liberal”, de la que esbozó las grandes líneas en su discurso de fin de año, Hollande se encuentra empantanado en un folletín que incomoda a sus partidarios y permite a la oposición denunciar un descrédito de la función presidencial.
La actual compañera de Hollande, Valérie Trierweiler, sigue internada por una depresión tras conocer la infidelidad del presidente
El jefe de Estado no podrá evitar que se le hagan preguntas al respecto, aunque su equipo señala que los franceses no dan importancia a esta historia por considerar que lo que deben hacer sus dirigentes es “solucionar los problemas” de los ciudadanos y no “los problemas de pareja”. Un sondeo indicó el domingo que este caso no tiene ninguna incidencia sobre la popularidad, ya muy baja, de François Hollande. El 77% de los encuestados consideró que el asunto atañe estrictamente a la esfera privada.
Pese a ello, Pierre Lellouche, ex ministro del gobierno de derecha de Nicolás Sarkozy, afirmó que le preocupan las posibles repercusiones de este asunto. “Cuando el país va mal, que nuestro presidente pase su tiempo en romances clandestinos es percibido como una prueba suplementaria de que Francia está decididamente más dotada para los chistes picantes que para las reformas económicas”, dijo. En cambio, otro dirigente de la derecha, el ex canciller y ex primer ministro Alain Juppé, consideró “odioso” que la prensa se inmiscuya en la vida privada del presidente.
La tradicional indulgencia de los franceses con los amoríos de sus dirigentes es puesta a prueba esta vez por otra revelación, según la cual el departamento en que Hollande se reunía con la actriz Julie Gayet (41) le habría sido prestado a ésta por otra actriz, Emmanuelle Hauck, que tuvo relaciones sentimentales con mafiosos corsos.
Desde las revelaciones del semanario Closer, Gayet no apareció en público ni hizo declaraciones a la prensa. Sin embargo ayer, su ex esposo, el escritor y cineasta argentino Santiago Amigorena (hermano de Mike Amigorena) señaló que la actriz “está muy tranquila ya que no hubo ninguna falta ni ningún engaño”.
El diario Le Monde habló de un mal funcionamiento de los servicios del Elíseo, dado que no verificaron que no hubiera ningún elemento problemático para la seguridad del presidente en el departamento, situado cerca del palacio presidencial.
Según el diario Le Parisien, Valérie Trierweiler (48), la compañera de Hollande, que tiene su despacho en el palacio presidencial y que lo acompaña en los viajes oficiales al extranjero, se enteró por el presidente de lo que ocurría el jueves a la tarde, poco antes de que la relación fuera revelada por la revista Closer. Internada el viernes por una depresión, “parece estar dispuesta a perdonar”, pero “quiere saber muy rápidamente cuáles son las intenciones de Hollande”, escribió el diario, citando a uno de sus colaboradores. Se suponía que Trierweiler debía abandonar ayer el hospital, pero seguirá internada entre seis y ocho días más, ya que “sufrió “un fuerte golpe emocional” y necesita descansar, según se informó.
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