Se estrelló con su auto en una ferretería y casi mata al dueño

AL MOMENTO DEL ACCIDENTE, EL CONDUCTOR DEL FORD FIESTA IBA CON UNA CHICA QUE SERÍA SU NOVIA. LOS DOS RESULTARON ILESOS

Se trató de un accidente de tránsito que estuvo a punto de terminar de la peor manera, especialmente para el dueño de la ferretería de 13 entre 37 y 38.

Es que Sergio Recchiuti, quien jugó al fútbol en la primera división de Estudiantes de La Plata en la década del `80 (y hasta hace poco fue técnico en las divisiones inferiores albirrojas), estaba cerrando el local justo cuando un Ford Fiesta blanco se incrustó contra la vidriera.

“Estaba entrando la mercadería de la vereda, porque ya cerraba”, reveló un rato más tarde su hija Florencia (22). Deslizando que su padre se salvó de milagro, agradeció “a Dios que justo en ese instante estaba dentro del local, porque de lo contrario este hombre lo podía haber matado”.

“Hasta pudo haberlo atropellado dentro del local, lo mismo que a mi primo de 19 años. Porque el que manejaba este Ford Fiesta, que tiene 23 años, se metió con el coche hasta la mitad de la ferretería”, reflejó Florencia, indignada.

La chica denunció que el automovilista “venía corriendo una picada con un Volkwagen Trend blanco”, versión que es analizada por la Policía, pero todavía no puede darse por cierta.

Según testigos, al conductor del Fiesta lo acompañaba una joven de su misma edad, que sería la novia. Los dos salieron ilesos.

“Cuando se bajaron del coche ella le reprochó que era la cuarta vez que casi se mata por culpa de este muchacho”, consignó Florencia.

A su vez, se mostró desconcertada a raíz de que, según afirmó, “a los pocos minutos del accidente llegó el padre de este pibe en un Audi flamante y nos dijo que nos quedáramos tranquilos porque la compañía de seguros que tiene contratada iba a pagar todos los daños. Y pese a que le avisamos a nuestro abogado para que llegue rápido, el policía que vino permitió que esta gente se fuera”.

Sin poder ocultar su enojo, la joven mencionó que “el policía nos dijo que al no haber personas heridas, no podía retenerlos”.