La Patria Panelista

Por IRENE BIANCHI

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- ¡Ay, chicas! ¡Éramos pocos y la farándula parió a otra Nara!

- ¡Sí, Chela! ¡La vi en “Infama”. Me dio vergüencita ajena, pobrecita.

- ¡Pero si ella está chocha! Se cree la reencarnación de “Gilda”.

- Se lo hacen creer, que es distinto. Los crápulas de siempre. Si hasta le prometieron un contrato para grabar un long play.

- Se dice cd, nena. No hay más vinilos ni discos de pasta. No seas “vintage”.

- ¿Ligó un contrato con la Sony? ¡Zarpado!

- No. En “Pasión de Sábado”. Más modestita la oferta. Algo es algo.

- Wanda y Zaira están furiosas con el blondo papi. La detestan a CariNara.

- Es que las madrastras siempre tuvieron mala prensa. No hay caso.

- Está para cantarles una serenata: “Nara, nara queda en tu casa natal, sólo telarañas que teje el yuyal…”

- Más patéticos que estos mediáticos, son los panelistas que se reproducen como moscas, ¿vieron? Opinan de todo y de todos, como si supieran. Una plaga.

- Inspirándome en los dichos del Gral San Martín: “Serás lo que debas ser, o serás panelista”. Se creen impunes estos charlatanes a sueldo.

- Habrá que incluir la materia “Panelismo” en la Escuela de Periodismo, ¿no?

- No hace falta. Sólo se precisa ser chusma, malintencionado, deslenguado, indiscreto, entrometido, y conjugar el potencial, para no comerse un juicio.

- Hablando de chimenteros, ¿vieron cómo cayó en desgracia la dupla Rial-Ventura? Tanto joder a los demás, tanto meterse en sus vidas, ahora están degustando una dosis de su propia medicina. La ley del Karma en acción.

- Hoy, nadie le pisa el poncho a la nueva estrella farandulesca: Lizy Tagliani.

- A mí me cae bien, porque se carga a si misma. No se la cree. No se hace la señora “bian”. No reniega de su condición sexual. Se asume y punto.

- Pensar que cuando éramos chicas, te decían “género”, y pensabas en tela, o a lo sumo, en el género subjuntivo. Ahora decís “sexo” y te miran raro.

- Las veteranas nos hemos tenido que adaptar a tantos cambios para no quedar “orsai”. Tecnológicos, sociales. Más que en otro siglo, nacimos en otro mundo.

- Pero aquí estamos, Elba, Vivitas y coleando. Haciéndonos las evolucionadas.

- Lo bueno de vivir en un país en crisis permanente como el nuestro, es que te obligan a adoptar una actitud budista. “Sólo por hoy” morfo; sólo por hoy llego sana y salva a mi casa; sólo por hoy cargo nafta; sólo por hoy prendo la estufa; sólo por hoy voy al chino del barrio; sólo por hoy intento llegar a Buenos Aires por la autopista, esquivando arreglos y piquetes; sólo por hoy, sobrevivo.

- Cierto. Qué considerados que son nuestros gobernantes. Se preocupan por anclarnos en el presente, en el aquí y ahora. Nos hacen más sabios.

- Sin embargo, la Presidente admitió estar “un poco nerviosa” en su cadena del martes a la noche, ¿la escucharon? Tiene suerte. Nosotros, “un mucho”.

- Yo la puse en mudo esperando “Guapas”. De paso, intenté descifrar lo que decía a través de la intérprete de lenguaje de señas. No entendí ni jota.

- Tampoco habrías entendido nada si le hubieras puesto volumen, Chelita.

- Me pregunto hasta cuándo el Gobierno seguirá cargando las tintas y echándole la culpa a la crisis del 2001. Ellos no llegaron ayer, ¿no? Algo podrían haber hecho para sanear la economía en todos estos años.

- Es como si nosotras, a la edad que tenemos, le siguiéramos echando la culpa a nuestras viejas porque nos destetaron demasiado pronto. ¡Ya fue! ¡Chin, chin!

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