Histórico debut en la Provincia: actúan como jueces doce ciudadanos comunes

La modista de acá a la vuelta, la maestra de la nena, el pibe que trae las pizzas, el carnicero, el sereno de la fábrica. Cualquiera de los que cruzamos en la calle y en cada instancia de la vida cotidiana, puede ser quien decida el destino de un acusado de cometer un delito.

Así lo plantea el sistema de juicios por jurados que debutó ayer en la provincia de Buenos Aires con la primera de tres audiencias en la que 12 vecinos del distrito de San Martín, deberán dictaminar si en la madrugada del 31 de enero de 2014, Víctor Gabriel Armella (30) fue asesinado a sangre fría por su cuñado, Guillermo Alberto Barros (26), o si se trató de un homicidio en defensa propia, para impedir que la víctima siguiera maltratando y golpeando a la hermana del acusado.

Al abrir el debate, ante una sala colmada, el juez Francisco Pont Verger dijo que “estamos en un día histórico”. El magistrado pidió disculpas por la demora de una hora y media en empezar la audiencia y dio algunos detalles del sistema que los 48 ciudadanos inicialmente convocados, sentados al frente y de espaldas al público, ya conocían.

El juicio revoluciona la forma de llevar adelante los juicios en la Provincia y sus impulsores, el gobernador Daniel Scioli y su ministro de Justicia, Ricardo Casal, estuvieron en el juzgado de San Martín.

Scioli dijo que “constituye un cambio de paradigma en el procedimiento penal de la Provincia, poniéndolo a favor de una ciudadanía involucrada responsablemente en el respeto de la ley”, en tanto Casal calificó al sistema como “la herramienta constitucional democrática más importante de acercamiento entre la justicia y la gente”.

HAY 165 PEDIDOS

En la Provincia hay 165 pedidos para juicio por jurados. Dieciséis de ellos corresponden a La Plata. Según trascendió en fuentes oficiales, por estas horas se define la fecha del primero que se realizará en los tribunales locales. El próximo juicio será el 20 de este mes en Pergamino y luego el 6 de abril en Bahía Blanca. Los jurados, que fueron elegidos por sorteo público, luego de analizar las pruebas y testimonios en casos de delitos con penas mayores a 15 años, alcanzarán mañana su veredicto al juez, quien finalmente emitirá la sentencia basándose en la opinión del jurado.

Mientras tanto seguirán sus vidas con normalidad pero bajo la mirada de la Justicia que, se indicó, articulará mecanismos para que se sientan seguros. Y cobrarán aquellos que trabajen por cuenta propia, una compensación económica de $580 mientras que quienes lo hagan en relacíon de dependencia tendrán justificada su ausencia y sus empleadores estarán obligados a cederles el día de trabajo.

Durante los tres días que dure el juicio, en tanto, los 12 jurados seleccionados -también se sorteó a 6 suplentes) recibirán un refrigerio.

SORTEO

Durante la primera jornada y antes del paso de testigos, peritos y otros convocados al juicio, el juez Francisco Pont Verger dio pie a la fiscal Ana Armetta y a la defensora oficial, Verónica Jollice, para que interrogaran a algunos de los 48 ciudadanos propuestos como jurados, antes del sorteo para seleccionar a 18 de ellos (12 titulares y seis suplentes). El motivo de esos interrogatorios previos fue para que ambas partes se quitaran dudas sobre la imparcialidad de los candidatos a ser jurados.

INTERROGADOS

Y en ese marco interrogaron a una maestra jardinera, a dos profesoras de secundario, al dueño de un bar, a un seguridad privada, una enfermera, dos empleadas y a una ex operaria de una cervecera.

Las preguntas tuvieron que ver con el conocimiento de las armas de fuego, en un juicio en el que se discutirá si la carabina recortada usada para el homicidio pudo haberse disparado en un forcejeo. Y también sobre la idea que cada uno tiene sobre la justicia por mano propia.

El otro interrogante repetido fue qué sabían del caso en el que podía llegar a participar como jurados.

La mayoría dijo poco y nada y solamente algunos admitieron que cuando recibieron la convocatoria de la Justicia corrieron a internet para leer sobre la historia.

Una historia de violencia familiar como las cientos que ocurren en la Provincia. Como las que esos mismos ciudadanos, ahora en papel de jueces, han visto u oído más lejos o más cerca en el escenario de la vida.