Los kiosqueros ahora esperan un plus por las cargas virtuales

Por tercer día consecutivo se llevó a cabo ayer la medida de protesta de los kiosqueros que decidieron paralizar la venta de recargas virtuales de la tarjeta del Sube y de las líneas de telefonía celular, en demanda de mayor margen de ganancia.

Advertidos por la situación, decreció la demanda de usuarios de esos servicios, aunque también se observaron algunas personas que, al quedarse sin nada de crédito, ya sea para viajar en el transporte público o para usar sus teléfonos celulares, peregrinaron de un punto al otro de la Ciudad en busca de un comercio en el que poder hacer las recargas.

“Si bien es un reclamo justo, me parece que fue excesivo porque el que pagó los platos rotos fue el trabajador”, opinó un kiosquero de diagonal 80.

Por cada recarga virtual los kiosqueros reciben el 0,66 por ciento del monto operado, según la Unión de Kiosqueros de la República Argentina - UKRA -, la asociación que propuso la medida de fuerza como forma de exigir un aumento en los niveles de ganancia al gobierno nacional en el caso del sistema Sube y a las compañías de celulares por los usuarios que recargan sus créditos.

Los comerciantes del sector exigen que por recargar la SUBE se les otorgue un 5 por ciento de comisión, mientras que a las empresas de celulares les piden un 10 por ciento.

No obstante cabe aclarar que hoy los comerciantes volverán a vender crédito para el transporte público y para las comunicaciones móviles.

En un local de la zona de 7 y 43 se informó que el primer día de la protesta fue el peor de todos porque mucha gente desconocía que no podrían realizar cargas virtuales.

“A los que más los afectó fue a los que necesitaron agregar crédito en las tarjetas SUBE porque el boleto es mucho más caro cuando se tiene que pagar con monedas y además, no se consiguen”, dijo el comerciante.

En esa línea Virginia Martínez indicó que fue una de las sorprendida por la medida de protesta.

“Me opongo a que me cobren un peso por recarga, pero la protesta fue peor porque tuve que salir a recorrer distintos kioscos hasta que conseguí uno que me vendió la carga para la SUBE”, contó la joven.

Emilio Suárez Basso, integrante de la UKRA, señaló que la adhesión de los comerciantes platenses a la protesta fue “muy alta”. “Hubo repercusiones, el fin de semana nos reuniremos para evaluar los próximos pasos y está previsto un encuentro con representantes de Servicios Públicos para hablar de los márgenes de ganancias de las recargas”, dijo el dirigente.