Dengue, zika y chikungunya: los mosquitos que los transmiten podrían atacar antes

Una investigación reciente advierte que, pese al frío inusual para esta época del año, el Aedes aegypti ya alcanzó su estado adulto y, por lo tanto, la capacidad de picar y transmitir la plaga. Cómo debe ser la prevención

Dengue, zika y chikungunya son tres enfermedades relacionadas con las épocas de mayor calor. Sin embargo, un estudio de la UBA publicado en los últimos días en la revista científica Journal of Medical Entomology advierte que el mosquito transmisor de estas plagas se está adaptando al cambio climático que se abate sobre nuestra región y, pese al frío inusual que se vive para esta época del año, su resistencia a las bajas temperaturas genera que alcancen ya su estado adulto y, por lo tanto, su peligrosa capacidad de picar.

“Necesitamos el compromiso de la comunidad, de escuelas, instituciones y organismos, ya que una manzana, un barrio sin Aedes aegypti puede evitar que el dengue, zika o chikungunya llegue a las ciudades”

Hasta ahora se sabía que, en los días de invierno, la población de Aedes aegypti -el mosquito en cuestión- permanece en forma de huevos y que su desarrollo comienza recién en la primavera. Pero el equipo de investigadores comprobó que en nuestro medio el mosquito transmisor alcanzó ya en septiembre el estado adulto. El estudio, que es de 2013 pero se publica recién ahora tras haber superado todas las instancias comprobatorias, asegura que los huevos del mosquito del dengue no sólo sobreviven al frío sino que durante el invierno liberan las larvas y adelantan su desarrollo. Esto, se explica, lo único que generaría es que se registren casos de dengue mucho antes de lo previsto.

“El objetivo fue evaluar la capacidad para eclosionar de los huevos de Aedes aegypti. Los experimentos consistieron en la inmersión de los huevos y analizar el desarrollo de sus estados inmaduros, de junio a septiembre, en condiciones de temperatura naturales”, explican los hacedores del estudio. Y agregaron: “para nuestra sorpresa, lo que vimos es que se producen eclosiones durante todo el invierno. Pueden pasar al estado de larva desde junio hasta mediados de septiembre”.

Concretamente, las pruebas implicaron que una vez por semana, durante 16 semanas, se sumerjan cerca de mil huevos de Aedes aegypti en el patio de una casa, recreando así lo que podría suceder en un cacharro abandonado de un domicilio cualquiera. “La temperatura del agua no debía superar el promedio para invierno: entre 11,5° y 12°”, se precisó.

Los resultados, coinciden los especialistas, fueron alarmantes. “En todas las semanas eclosionaron huevos. Y en 13 de las 16 semanas eclosionaron más del 50% de los huevos. Lo más relevante es que durante 3 de esas semanas, donde hizo más frío, eclosionaron en promedio un 20% de huevo, una cantidad nada menor”.

Más allá de los inquietantes datos que aporta esta nueva investigación, la prevención, coinciden los expertos, es una actividad de todo el año. Así, para evitar este verano una nueva epidemia, quienes trabajan en el tema recomiendan comenzar lo más pronto posible con las medidas preventivas.

El dengue, como se dijo, es transmitido por el mosquito Aedes aegypti, que además es vector de otras enfermedades como el zika y chikungunya. Es un insecto pequeño, oscuro con rayas blancas en el dorso y en las patas, de hábitos domésticos, que utiliza recipientes con agua limpia para depositar sus huevos. Por esto es fundamental la descacharrización en los domicilios.

Los que viven en departamentos tampoco están a salvo: el mosquito puede depositar sus huevos en los platos bajo las macetas, los floreros y las plantas en frascos con agua. Es por eso que diariamente hay que quitar o dar vuelta y los objetos que acumulan agua en patios y jardines, cambiar el agua de floreros y bebederos, cepillar y lavar las cámaras de los desagües con frecuencia, tapar los tanques de agua y mantener el pasto corto en los jardines.

Los huevos suelen morir por exposición del recipiente al sol, por depredadores artrópodos que se los comen, o porque los recipientes fueron descartados o lavados por el hombre. Sin embargo, “huevos sobrevivientes en la temporada invernal serán los progenitores de las nuevas generaciones de mosquitos en la primavera siguiente”, describen los investigadores.

Así, la inacción humana redunda en que las poblaciones de mosquitos vuelvan a aumentar a niveles riesgosos.

La inacción humana redunda en que las poblaciones de mosquitos vuelvan a aumentar a niveles riesgosos

Al tanto de estos nuevos estudios, el ministro de Salud de la Nación, Jorge Lemus, advirtió ayer que es posible que el el zika llegue “con más fuerza” al país durante los meses del verano, y pidió que todos cumplan un papel central en las tareas de eliminación de los criaderos del mosquito. “Necesitamos el compromiso de la comunidad, de escuelas, instituciones y organismos, ya que una manzana, un barrio sin Aedes aegypti puede evitar que el dengue, zika o chikungunya llegue a las ciudades”, aseguró.

Para el biólogo Nicolás Schweigmann, en tanto, estos días aún templados son clave para controlar la presencia de criaderos de mosquito. La recomendación para clima frío es “eliminar todo posible criadero y controlar los huevos pegados en las paredes de las rejillas de desagües con agua hirviendo. Los vecinos de cada manzana tienen que asegurar la ausencia de criaderos, y el Estado debe hacer lo mismo para que las manzanas donde se encuentran los edificios públicos, como escuelas y hospitales, se encuentren libres de Aedes aegypti”.

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