Estimado lector, muchas gracias por su interés en nuestras notas. Hemos incorporado el registro con el objetivo de mejorar la información que le brindamos de acuerdo a sus intereses. Para más información haga clic aquí

Enviar Sugerencia
Conectarse a través de Whatsapp
Temas del día:
Buscar
Séptimo Día |TENDENCIAS

Una mirada poética

Encontrar la mirada poética para combatir la guerra de todos los días

Una mirada poética

Una mirada poética

13 de Marzo de 2016 | 00:26

Por JOSE SUPERA
ESCRITOR

1

Sentir que escribís cientos de miles de poemas. Y no sos poeta. No te sentís poeta. La búsqueda de las palabras, para expresar algo que sentís, para decirlo todo. Solo buscando llegar a un puerto, después de siglos de naufragio, buscando encontrar una mirada, una mirada poética.

2

La veo llegar esquivando las piedras de esta ácida y cruda y pesada realidad. Se sienta en la mesa del café donde quedamos que nos íbamos a encontrar. Apenas saluda. Al rato me está diciendo que viene para ofrecerme una mirada poética de la vida.

Se llama Luisa pero podría llamarse de miles de formas: quizás el nombre, la identificación, sean formas de clasificar, de encerrar algo, y ella nació para ser libre, porque antes de ser Luisa era Eduardo, aunque antes de ser Eduardo, la conocían como La Peti.

Pero eso no importa mucho.

Una moza viene a decirle que salga a fumar a la vereda de 51.

(Luisa apaga el cigarro a las puteadas).

Del bolsito que trae cruzado saca unas hojas manchadas de amarillo. Vuelve a agarrar el pucho que había dejado en la mesa. Le pregunto si quiere que vayamos a la verdad. Putea otra vez. SE guarda. Me doy cuenta que me puteó a mí y no a la situación que se generó. Se muerde las uñas. Las tiene todas negras y comidas. Hablamos trivialidades de la sociedad platense. Después me dice que:

“No intento escribirme una realidad con estos poemas, intento entender el cuadrado que me rodea, lo que vive alrededor mío”.

Alguien me había dicho que ella viene escribiendo desde hace tiempo poemas de toda la ciudad, de cada una de las esquinas, de cada uno de los bares, de los personajes.

Le pregunto si escribió algo de Villa Castells, quiero saber si escribió sobre mi cuadra.

Me sonríe: “Es literal y metafórico el cuadrado. Escribo poesía sobre el cuadrado que nos encierra”.

Le pregunto si escribió sobre el bar donde estamos.

“No, de este bar no. Es que acá antes había una tintorería. Creo que escribí sobre el chino que laburaba acá hace unos años. ¿A dónde se debe haber ido ese chino?

Veo las hojas que me pasó. Dice que algunas son de hace varios años. Que es lo que encontró en la casa que ahora vive con su vieja. En la mudanza se le perdieron cosas, porque se tuvo que mudar. Que esto que tengo ahora en las manos es una de las cosas más nuevas que tiene. Pero yo veo el papel viejo donde está escrito, y ella me explica que las hojas son viejas porque están todas en un placar y en blanco, y solo cuando escribe las saca. A veces tiene que reescribir poemas sobre lugares porque esos lugares fueron tirados abajo y ahora en ese lugar hicieron otra cosa. Lo mismo con las personas, las personas cambian. Tiene publicado dos libros de poemas, pero de cuando era Eduardo, pero ya no quiere ser Eduardo, por eso si publica algo un día, lo hará como Luisa.

Sobre las rejas en el Argentino

El Teatro Argentino no era la obra.

Ahí era el escape, punto de fuga.

Los pibes.

Rodando.

Pusieron rejas.

Y algunos pibes

Dejaron de curtirla.

Pero otros se tomaron bondis

O se fueron pateando.

Buscando la libertad

En otros mundos.

3

Vladimir Jantus Castelli llega a estas costas. Pero enseguida lo llaman al celu. Atiende. Vía Nokia cierra una movida que tiene. Al rato tomamos mate y fumamos. Le damos progresión al delirio hablando de la poética de la vida, de la visión poética de las cosas. Quizás podría intentar esbozar una forma de la materia narrable que nos una esa vez. Pero son cosas más nuestras que de esta nota. Por eso no se quiebra la muralla. Vladimir ganó el primer premio de poesía de la revista de la Biblioteca Nacional, con su poesía llamada Venérea. Se dedicó toda su vida al comercio. Su voz no es de poeta. Vive otra vida. Vive otras vidas. Trabaja de sol a sol en lo que le da de comer. Se encarga de sus hijos. Su mujer lo ayuda. Escribe todos los días cuatro poemas. Con sangre y fuerza y vida. Y ahí pienso y me pregunto por qué escribí recién que su voz no es de poeta; si lo artístico, lo poético, tienen que tener una forma, deben atarse a una norma. Porque Vladimir escapa a la estigmatización que hace mi mente de la palabra poeta. “Usar las palabras para componer música”, define a la poesía. “Si te creés el gran verso, tu propio verso, vas a dejar de hacer cosas auténticas”.

Fragmento de “Venérea”:

Venérea huele a rojo de invierno

Resplandeciente

A sutiles surcos de hierbas

Hundidos en el bosque

Se esconde entre las sombras

Dejando pequeños indicios púrpura

Que marcan su presencia

En el espacio.

 

“El mundo se hizo un lugar mucho más hostil, mucho más difícil; una parte de la humanidad es considerada zombie, hoy Europa está cerrada para que no la invadan los zombies. No se enseña poesía en las escuelas, ya no existe una mirada poética de la vida. Todo lo relacionado con el arte, con la creación, tiene que tener una rentabilidad, no sólo en términos económicos sino también afectivos, de búsqueda. Necesitamos más que nunca el romanticismo”.

4

Me llega un mensaje vía Facebook.

“Después del espanto, únicamente queda el cielo”.

El remitente es Andrea Mineko. Dice que es poeta. Me manda su último libro en formato descargable. Le agradezco el gesto. Después le pregunto cómo la hace sentir la poesía.

“Amorfa, porque no soy todo el tiempo la misma, parece que sí, pero voy mutando, a veces la mutación hace que me repita, pero siempre muto”.

Jose Supera está escribiendo.

¿Creés en la mirada poética de la vida?:

“Sin una mirada poética de lo que sucede cada día estaría perdida. La poesía salva, reconstruye el alma cuando todo lo demás viene y te hiere. Cuando uno escribe desgarrado; está buscando ser salvado, pero no por otro, sino por uno mismo”.

5

Escribo un poema. Sin ser poesía, sin ser policía. Se lo mando por whatsapp. La poesía se transmite a través de una antena. El tiempo transforma y deforma. Las ondas que transportan el mensaje son las ondas que contaminan nuestra realidad. Escribo esta nota. También la mando por el éter. El mensaje es claro, va por el aire de nuestra ciudad sitiada por la locura. La mirada poética de la vida, quizás ésta nos va a salvar de las guerras interiores. Combatiremos desde trincheras de papel. La batallar será contra el odio, contra la desesperanza. Nada podrá vencernos, mientras veamos con poesía. Nuestras armas serán esto que nadie ve pero en lo que muchos creemos.

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE a esta promo especial

ESTA NOTA ES EXCLUSIVA PARA SUSCRIPTORES

HA ALCANZADO EL LIMITE DE NOTAS GRATUITAS

Para disfrutar este artículo, análisis y más,
por favor, suscríbase a uno de nuestros planes digitales

¿Ya tiene suscripción? Ingresar

Full Promocional mensual

$670/mes

*LOS PRIMEROS 3 MESES, LUEGO $6280

Acceso ilimitado a www.eldia.com

Acceso a la versión PDF

Beneficios Club El Día

Suscribirme

Básico Promocional mensual

$515/mes

*LOS PRIMEROS 3 MESES, LUEGO $4065

Acceso ilimitado a www.eldia.com

Suscribirme
Ver todos los planes Ir al Inicio
cargando...
Básico Promocional mensual
Acceso ilimitado a www.eldia.com
$515.-

POR MES*

*Costo por 3 meses. Luego $4065.-/mes
Mustang Cloud - CMS para portales de noticias

Para ver nuestro sitio correctamente gire la pantalla