Las diez enfermedades que se previenen con sexo frecuente

La verdad sobre la relación entre la actividad en la cama y el bienestar físico de las personas

“El sexo es salud” es una frase que puede sonar a verdad de perogrullo, pero seguramente pocas parejas tienen en cuenta el contenido científico que la justifica. Está claro que el placer que nos brinda es el principal motivo para tenerlo, pero es bueno saber que además estamos ante un gran aliado para perpetuar el buen estado sanitario de quien lo tiene.

Recientemente se ha publicado una lista de diez enfermedades o dolencias que pueden prevenirse manteniendo una actividad sostenida en el lecho de amor. El conteo está basado -en su mayoría- en las razones científicas que proporciona la universidad norteamericana de Wilkes, Pennsylvania, donde se revela que la vida sexual activa y constante podría ayudar al cuerpo a protegerse de diversas enfermedades.

Todas esa causas científicas están respaldadas por investigaciones sólidas así que no se debería dudar de ponerles atención y comenzar a aumentar la práctica sexual.

EL LISTADO

La primera dolencia que puede prevenirse con sexo seguido tiene como valor agregado que derriba la excusa que en el imaginario popular aparece como más obvia para evitar el encuentro: el dolor de cabeza. Un estudio norteamericano señaló que el sexo es un excelente analgésico para ello. El motivo es que cuando mantenemos relaciones sexuales nuestro cuerpo libera endorfinas que actúan como medicamento natural. 

También combate la depresión. Es que el sexo funciona como un potente relajante físico y emocional. Un estudio de la universidad de Nueva York señala que la práctica oral, en concreto, funciona como un antidepresivo para las mujeres, ya que el semen contiene serotonina, melatonina y tirotopina. 

Hay quienes sostienen que después de las relaciones sexuales se desvelan. Esa reacción no es la más comprobada por la ciencia, que demuestra que tener sexo ayuda a evitar el insomnio porque el cuerpo se ve inducido a un estado de relajación y bienestar que nos ayuda a dormir. 

En un terreno más específico, el coito ayuda también a combatir la gripe y el asma porque nuestro cuerpo incrementa la producción de anticuerpos encargados de protegernos contra las infecciones virales y actúa como antihistamínico. La conclusión permite inferir que invierno una buen mes sexual puede prevenir una estadía en la cama por motivos de salud.

Un problema bastante molesto que parece difícil de solucionar es la incontinencia urinaria. Una de las razones por las cuales la actividad sexual puede ser una solución es porque mejora la fortaleza del piso pélvico. Cuanto más fuerte sea la zona, menos pérdida tendremos que enfrentar. 

Los dolores musculares y articulares también pueden prevenirse por la vía del placer. El sexo es un remedio para cuidar nuestros huesos y las articulaciones. La estimulación vaginal en las mujeres aumenta la tolerancia al dolor, también actúa como analgésico en los dolores menstruales. 

Y si hacía falta buenos motivos para motivar la actividad sexual de la pareja, la protección cardiaca parece incontrastable. Según un estudio de la universidad de Wilkes para los hombres tener una vida sexual activa se traduce en disminuir el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares y activar la circulación. 

En el terreno masculino, el sexo también puede actuar como un protector ante el riesgo de contraer cáncer de próstata. Sin embargo hay aquí una advertencia de los especialista. Sería necesario que el hombre eyacule por lo menos cinco veces a la semana. La exigencia puede parecer alta -según lo publica la revista científica The Journal of the American Medical Association- pero puede ser un buen estimulante para intensificar la búsqueda del placer. 

Una investigación de la Universidad de Carolina del Norte asegura que las mujeres que practican sexo oral tienen menos riesgo de padecer cáncer de mama. Los motivos están vinculados de nuevo con las propiedades del semen, que contiene B12 y C, calcio, fósforo, magnesio, potasio, zinc y proteínas. 

Finalmente, el American Journal of Medicine demostró en un estudio realizado por cinco años con mil finlandeses, que los hombres que tienen sexo al menos cuatro veces a la semana, tienen un 50% menos de probabilidad de padecer algún tipo de disfunción eréctil.

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