Arman estrategias para dar batalla a la inflación: segundas marcas, stocks y ofertas

El impacto de la inflación en los productos de la canasta básica de alimentos moviliza a muchas familias de la Región que ya se organizan para hacer compras comunitarias o pasarse el dato de las direcciones de los comercios que hacen descuentos especiales.

Después de una recorrida de EL DIA realizada por distintos comercios del rubro alimenticio se constató que, en lo que va del año, creció la tendencia de los consumidores hacia las segundas marcas y la presencia más notoria de sectores medios de la población en comercios que hasta hace poco eran casi exclusivamente concurridos por gente de bajos recursos.

En este contexto, las compras comunitarias o el aprovisionamiento de productos básicos que se consiguen a buen precio con el objetivo de armar un stock es un ejercicio que se repite en cientos de familias.

Fernando Marroco, coordinador del Mercado Central local asegura que los viernes, sábados y domingos, la afluencia de consumidores aumentó de manera notoria.

“En particular vienen a llevar bebidas porque están a mejor precio que en muchos lugares mayoristas, también se vende mucho pescado, cerdo, carne y productos de almacén”, apunta el coordinador quien también remarca como novedad la presencia de gente clase media que recién ahora está conociendo ese espacio.

PRECIO Y MARCA

En un supermercado de la zona oeste, su encargado coincide en que ahora todo el mundo se fija primero en el precio y después en la marca.

“El chango va cargado con alimentos de primera necesidad como leche, azúcar, pan, arroz, polenta y fideos; si bien desde el año pasado comenzó a notarse esto, ahora se ve con mayor intensidad”, dice el responsable de esa firma.

En ese supermercado se arman ofertas sobre determinados productos que pueden venderse 6 unidades por el precio de 4 ó llevar 3 por el precio de 2.

Según su observación, para contrarrestar el aumento que experimentaron los alimentos, la gente deja de comprar productos premiun, algunos artículos de limpieza, galletitas caras, snacks o alimentos como palmitos y aceitunas.

En ese marco, tanto los consumidores como los comerciantes lanzan sus recetas para mover el mercado. Entre los primeros, aumentan las recomendaciones “boca a boca” para contar por ejemplo que en un local de fiambres se puede encontrar el queso de rallar a menor precio o que en una verdulería cercana a Plaza Azcuénaga se liquidan frutas y verduras, los jueves y domingos. “Me organicé para venir todos los domingos antes de que cierre el comercio, las berenjenas que estaban a $24, el día de ofertas la llegué a pagar $8 el kilo y las cebollas por ser pequeñas se venden a $5 el kilo, realmente conviene organizarse”, afirma Magdalena, una vecina de 18 y 47.