La llegada de Boca causa una revolución en Paraná

La ciudad de Paraná se prepara para recibir después de 39 años de manera oficial al líder de la Superliga, Boca Juniors, que llegará hoy a la capital de Entre Ríos pero que desde el miércoles pasado revoluciona la vida cotidiana del lugar.

Postes de luz pintados rojo y negro por toda la zona del estadio Presbítero Bartolomé Grella, banderas y pasacalles, hinchas de Boca divididos también por su cariño al club de su ciudad, y colas que llegaron a ser de dos cuadras para comprar entradas son las postales que rodean a Patronato (9 puntos) previo al partido ante Boca (15), a partir de las 20:05 de mañana.

La anterior visita de Boca a Paraná fue en 1978, en el partido disputado el 8 de noviembre por el campeonato Nacional con arbitraje de Arturo Ithurralde. Los goles de tiro libre de Ricardo Alonso a los 15 minutos de iniciado el cotejo y de Armando Husillos a los 43 del complemento le dieron la victoria al Xeneize por 2 a 0.

Hoy los hinchas del club entrerriano realizarán un “banderazo” en la calle 9 de Julio, frente al hotel donde concentra el plantel, mientras que “se guardarán algunas cosas para el recibimiento de mañana, que va a ser histórico”, afirmaron desde la sede social del Patrón.

“Para uno que vive acá desde que nació es algo increíble y soñado, es un orgullo que Patronato esté en boca de todo el mundo, tengo mucha ansiedad y nerviosismo. Para uno, que es hincha de Patronato hace mucho y lo siguió durante todas las categorías del ascenso, esto es algo emocionante”, dijo Walter Areco.

El hincha de Patronato señaló que compró la entrada “el miércoles a la mañana” para poder estar en “la popular, el lugar de siempre, aunque si está ocupado por otra persona” pidió “hacer el esfuerzo para que entremos todos”.

La venta comenzó el miércoles a la mañana. Un grupo de paranaenses realizó una vigilia para ser los primeros en comprar las entradas desde la noche del martes, y durante todo el día hubo colas que rodeaban la tribuna popular y giraban hacia la tribuna San Nicolás, una especie de platea sin asientos ni numeración.

“No he podido dormir las últimas dos noches y si bien queremos que el Rojinegro haga buen partido y gane, el resultado pasa a ser un poco anecdótico por la fiesta y el color que se vive en el barrio y en todas las calles”, agregó Areco, quien “desde los 2 ó 3 años” va al club, jugó en inferiores y hace casi 20 que es socio.

Ignacio Guimaries precisó por su parte que está “contento y feliz de que un equipo grande” llegue a Paraná, y que Patronato “haya puesto a la ciudad dentro de las noticias nacionales”.