“Me tocó perder a algunos conocidos que vivieron conmigo en la calle”

Alejandro Noceda vivía bajo un viejo vagón de tren junto a otro deambulante que murió en 2016. Hoy está alojado en un refugio

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“Era un buen hombre. Rancheábamos juntos en la misma zona, abajo de un vagón, cerca de la terminal de trenes del ex ferrocarril provincial en una época”, dice Alejandro Noceda cuando se acuerda de Víctor, uno de los conocidos que hizo en la calle y que falleció en el año 2016. Otro de sus conocidos de la calle que ya no está es Ricardo, que vivía en el Bosque.

Noceda, que tiene 46 años, hoy está instalado en el parador de Sumando Voluntades y celebra no haberse enfermado nunca durante su estadía a la intemperie. Como todos los que fueron deambulantes sabe que enfermarse supone, para los “sin techo”, un peligro mayor que para el común de la población.

Si vínculo con la ONG se inició en 2009 y desde entonces alterna los períodos alojado en ese refugio con temporadas en las que vuelve a vivir a la calle. En los últimos tres meses comenzó a trabajar en una obra en construcción.

Noceda es uno de los 22 alojados en el parador que la entidad tiene en calle 37 número 573. Allí viven actualmente 22 personas que estaban en situación de calle. La entidad tiene otro parador en la calle 6 entre 37 y 38 número 266, donde ayer permanecían alojadas otras doce personas que estaban viviendo en la calle.

Según destacó Maldonado, la entidad no recibe apoyo estatal y se sostiene con el aporte de colaboradores -desde personas que cocinan para la ONG hasta comercios que donan mercadería- sumado al trabajo de 65 voluntarios.

Para recaudar fondos organizan actividades como una feria americana que se lleva a cabo todos los domingos en 37 número 573 de 15 a 19.

 

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