Historia de un amor con pausa

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Lionel Messi y Antonela Roccuzzo se conocen desde pequeños. Ella es la prima de Lucas Scaglia, uno de los mejores amigos de la infancia del capitán albiceleste y, por entonces, compañero de este en las infantiles de Newell’s Old Boys.

Esa, claro, es la historia oficial: pero fuera de este cuento de hadas de un amor desde la infancia quedó el primer amor de Anto: un joven rosarino que la conquistó luego de que Lionel partiera a Barcelona.

Antes de su partida ambos eran “noviecitos”, algo más que amigos, pero, claro, eran también muy chicos: y si bien pese a la distancia seguían en contacto, gracias al ICQ, cada uno siguió su camino y “La Negra” se encontró en los brazos de un muchacho rosarino con quien sostuvo una relación de varios años.

Pero la Pulga nunca se dio por vencido, aprovechó algunos momentos complicados de Anto para acercarse a la morocha en sus viajes a Argentina y, para 2007, las amigas de la rosarina ya conocían de la relación que se volvería pública recién en 2009, cuando durante una entrevista con un canal de televisión catalán, Messi admitió tener una “novia” que vivía en Argentina, a pesar de que a Antonela ya se la veía en el palco oficial de los Messi en el Camp Nou.

Un año después de aquel anuncio oficial, Roccuzzo abandonó sus estudios y se fue a vivir con él a España para formar una familia. La pareja tiene hoy dos hijos: Thiago y Mateo y se casa hoy con una fiesta a todo trapo que, sin dudas, será el principal evento del año, al cual, claro, el primer amor de Anto no estará invitado: “Al menos no me dejó por cualquiera, ¡me dejó por Messi!”, se consuela hoy el joven.

 

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