Pintar el pasado

Dos artistas plásticos reflexionan sobre lo que nos antecede

Edición Impresa

Por JOSE SUPERA
ESCRITOR

Somos un cuadro en movimiento, una pintura llena de matices, de luz y sombra, mezcla de color y forma, una corrección de un dibujo original, se pinta sobre lo ya dibujado. ¿Qué elegiríamos dibujar? ¿Qué dejaríamos afuera de un cuadro? Si pudiera tener ese don podría dibujar a mi abuela en el geriátrico antes de morirse, con sus raptos de cordura, la persistente de la demencia, en una cama, la poca luz del sol entrando por una ventana que tiene la cortina baja, sus ojos brillando de miedo. Y en eso encontraría belleza. Pero también algo de perdón.

Hacer una nota sobre pintores de la ciudad que dibujen a sus ancestros, porque dibujando el pasado de nuestra sangre, así se resignifica todo.

Fabián Giménez me recibe en su casa. Me saltan y me siguen dos perritos. Estamos en su estudio. Los dos perritos no paran. Les cierra la puerta. Se quedan ladrando un toque afuera. Después se van. Después hablamos sombre muchas cosas hasta que me dice algo que quiero dejar anotado acá, algo como que “la idea parte de muchas impresiones que yo tengo desde chico, parte de un período de mi infancia que va hasta la adolescencia. Pienso mucho en imágenes, y pienso también, ¿por qué me quedan esas imágenes? ¿Por qué no otras? Tengo la imagen de mi abuelo en el fondo de la casa chorizo picando piedra, haciendo escombros con una maza. Pero no podía, no me salía laburar solo con esa imagen entonces me propuse laburar con el recuerdo pero también utilizando fotos viejas, las pocos fotos que tenemos de esa época, porque éramos una familia clase media baja y no teníamos cámara de fotos; entonces había pocas fotos de nuestro pasado, y esas fotos estaban en una pequeña caja que yo iba a ver, a revisitar de vez en cuando. Técnicamente lo que yo utilizo de las fotos es el personaje. Por ejemplo lo de mi abuelo: Yo lo recuerdo de una forma, lo adapto lo mejor posible a esa función del recuerdo. Entonces ahí va a haber una resignificación”.

Cuadro A de Fabián Giménez. (Re)(Lectura).

Unos padres sosteniendo una caja de cartón abierta en una mesa larga. El padre mira adentro de la caja. La caja parece vacía. Un niño mirándonos. Una enredadera con unos frutales. Un robot de juguete perdido abajo de la mesa. En la mesa, algo de papel, ¿un barquito?, ¿un vaso?, y adentro de este “nosesabequé”, una flor. Los padres sosteniendo una caja de cartón vacía. Los padres. Una caja de cartón. El vacío.

Cuadro B de Fabián Giménez. (Re)(Lectura).

Una mesa de cumpleaños pero en la mesa no hay torta pero sí botellas de vino y sifones y vasos. Una mujer con la mirada perdida en algún lado. Globos de colores. Unos chicos con bonetes puestos. Padre y madre custodian a su hijo como si fuera el bien más preciado que tienen. Hijo come un chupetín en la cabecera de la mesa que es el centro de la imagen. Hay un elefante rojo de peluche abajo de la mesa. Y abajo del elefante un libro. En la mesa hay un agujero por el que crece una planta. El abuelo tiene la maza en la mano. Un chico mira a una pared. Un chico al que no le vemos la cara. Un chico. Una pared. No se ve su cara.

Los mismos ojos, las mismas manos, los mismos temblores y angustias. Venimos de eso, vamos a eso. Repetiremos el cuadro. Pintados con los mismos colores, pero acaso con diferentes formas. Un lienzo pintado que contiene capas y capas y capas de óleos; las versiones más primitivas; correcciones y variaciones del color, la mezcla nos define.

Los mismos ojos, las mismas manos, los mismos temblores y angustias. Venimos de eso, vamos a eso. Repetiremos el cuadro. Pintados con los mismos colores, pero acaso con diferentes formas. Un lienzo pintado que contiene capas y capas y capas de óleos; las versiones más primitivas; correcciones y variaciones del color, la mezcla nos define.

Con el artista Mauro Valenti me encuentro en el bar Las Ranas. Viene de dar clases en Bellas Artes. Hablamos un rato de eso pero no es lo que hay que destacar para esta nota. Se acerca el mozo y le dice por su nombre. Mauro pide una cerveza artesanal negra. Le traen también maní. Y de su nueva muestra/serie Inmigrantes Migrados, me cuenta: “ Mi abuelo fue un inmigrante italiano. Una vez me contó que cuando laburaba en el ferrocarril y llegaba de noche a la pensión, veía las caras de los otros que como él llegaban de laburar, y les llamaba la atención la cara de esos compañeros, como que se transformaban las caras en busca de una nueva personalidad, porque estaban en otro contexto, en otra tierra, donde se hablaba otro idioma y había otras costumbres. Me quedó picando esa frase toda mi vida. Y entonces un día empecé a laburar, primero eran perímetros, y adentro todo convulsionado, y después empezaron a definirse, pero quedaba eso de huella. Después fui sumando a mi abuela, a los hijos, así fui creando los personajes, para esta serie, donde a lo que le doy bola conceptualmente es a la nueva posibilidad que tenía este gente que llegaba, aunque también le doy bola al soporte: me gusta laburar con materiales de descarte, con lo que encuentre: cartones, maderas, papeles, los reutilizo, los resignifico; todo se recicla, todo es una rueda, los mismos problemas de acá para allá, de acá para allá”.

Cuadro A de Mauro Valenti. (Re)(Lectura).

Dos ¿hermanos? sonríen mirándonos. Los dos usan anteojos. ¿Tendrán la misma visión de las cosas? Parecen unidos por algo, porque sus hombros se entremezclan, como si sus formas fueran producto de una forma original. De dónde vendrán esos inmigrantes. A dónde habrán ido. Muertos o vivos en este y en muchísimos planos de realidades. Hay una sombre pronunciada sobre uno. Aunque pueden ser la misma persona, en diferentes tiempos. Nos repetimos, nos repetimos. La misma persona. Diferentes tiempos.

Cuadro B de Mauro Valenti. (Re)(Lectura).

Unos chicos nos miran desde abajo. ¿Es que miran desde abajo porque la mirada es la de un mayor? Son cuatro. Están jugando en el suelo. Un suelo de una tierra que acaban de conocer pero que será la tierra que los cobije para toda su vida. Quizá alguno de esos nenes no exista, quizá ninguno exista. Pero son creaciones, creaciones sobre una nueva tierra.

 

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