La Plata recicla sólo 9% de los residuos, un aplazo en la materia
Edición Impresa | 24 de Septiembre de 2017 | 05:13

De acuerdo con las cifras oficiales, los desechos que se reciclan y vuelven al circuito productivo como materia prima, a partir del trabajo de varias cooperativas, representan actualmente el 9 por ciento del total de la basura que se genera en la Ciudad. Con la apertura de la nueva planta de tratamiento integral (ver aparte), el desafío será aumentar esos porcentajes.
Hoy por hoy, la flota municipal de camiones recolectores de “bolsas verdes” recorre más de 11 mil cuadras. Según estiman en el Municipio, el 75 por ciento de esos desperdicios se transforma, luego de un proceso de varios pasos, en material utilizable. Para las áreas encargadas de organizar y planificar el sistema, aunque en los últimos meses se consolidó un crecimiento de lo reciclable, está muy lejos la cifra ideal, que se acerca -según la experiencia de los países más avanzados en ese sentido-, al 30 por ciento.
En La Plata son tres los productos que se obtienen a partir del reciclado: el tetra-pack se transforma en planchas de pet; con los restos de papel o nylon se hacen placas símil parquet; y con el plástico se fabrican las bolsas verdes. El proceso de reciclado comienza en los domicilios, con la separación de los desechos, que deben embolsarse limpios y secos. Camiones mediante, los paquetes llegan a media docena de cooperativas de recicladores urbanos; en esas sedes se realiza una segunda clasificación de lo obtenido, y lo que sirve para continuar en proceso se vende para solventar parte de los sueldos; el resto de los haberes lo aporta la Comuna.
De acuerdo con un minucioso estudio realizado por el Instituto de Ingeniería Sanitaria de la facultad de Ingeniería de la UBA, el porcentaje de materiales potencialmente reciclables presente en los residuos sólidos domiciliarios que se generan en los partidos del Área Metropolitana (a los que es asimilable La Plata, dada la transformación demográfica, territorial y social que experimentó en la última década), apenas supera el 16 por ciento. Y la tasa de materiales potencialmente compostables -reciclaje a partir de procesos biológicos- ronda el 42 por ciento.
El resto, inexorablemente, deberá ser compactado y enterrado -eventualmente como relleno de canteras, tras ser esterilizado- o incinerado; el mismo estudio determina que del total de la basura que va a parar a los rellenos, el 70 por ciento sería potencialmente incinerable.
Ese documento revela que la mayor parte de la basura que sale de los hogares corresponde a desechos alimenticios (37,65 por ciento); les siguen los plásticos (15,22 por ciento); papeles y cartones (13,80 por ciento); residuos de poda y jardinería (12,75 por ciento); papel mezclado (6,31 por ciento); materiales textiles (5,22 por ciento); pañales descartables y apósitos (4,72 por ciento); materiales de construcción y demolición (2,59 por ciento); y vidrio (2 por ciento), entre otros elementos con menor presencia.
EN LA RIBERA, SIN PLANES
Vigente en La Plata desde hace nueve años, la separación en origen de los residuos domiciliarios sigue -y aparentemente seguirá siendo- una materia pendiente en el resto de la Región. Para las autoridades de Ensenada y Berisso, por diferentes motivos, la implementación de las “bolsas verdes” no asoma entre las prioridades.
Esto implica que la calidad de los residuos que desde ambos distritos se envíen a la planta TMB (tratamiento mecánico-biológico) que avanza junto al canal del Gato y el camino a Punta Lara complicará los procesos de reciclado. “Si se hace la separación en origen, los residuos no entrarán a la planta mezclados” advierten en la ONG Nuevo Ambiente: “si bien en la planta se hará una clasificación, los reciclables que llegan junto a los habituales se pueden contaminar, disminuyendo la calidad y reutilización del recurso”.
A pesar de estas recomendaciones, el foco de los funcionarios berissenses y ensenadenses está puesto en otras estrategias. “Por el momento, no tenemos planes para implementar la separación en origen domiciliaria” admiten en el municipio de Ensenada, que genera unas 60 a 70 toneladas de desechos por día: “sí se instalaron contenedores diferenciados a lo largo de la calle La Merced y sus transversales, para que los utilicen los comercios”.
“De acuerdo con el convenio acordado por esta comuna y el intendente Secco cuando se aceptó la radicación de la nueva planta de reciclado en el territorio del partido, serán ellos directamente quienes procesen el contenido de los camiones recolectores de nuestra ciudad” precisan en el área de Medio Ambiente ensenadense.
En Berisso, las prioridades tampoco están enfocadas en ampliar la incipiente separación en origen que se lleva a cabo como prueba piloto en un reducido número de cuadras céntricas. “Estamos trabajando con una ONG en el diseño de un programa de concientización para empezar a instalar el hábito de la clasificación hogareña, y ya se está llevando a cabo en las oficinas municipales” adelantaron voceros de la comuna: “pero en primer lugar nos estamos abocando a regularizar la recolección ordinaria, renovando el parque de camiones -que estaba abandonado- con unidades que permitan ofrecer un servicio más eficiente a los vecinos”.
El año pasado, la Suprema Corte bonaerense ordenó que a partir del 1 de enero de 2017 se dejara de enterrar basura en el relleno sanitario de CEAMSE. Sin embargo, esa clausura debió ser pospuesta por las demoras en la construcción de la planta de TMB.
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Son los años que, de mínima, tarda en descomponerse una bolsa plástica, mientras que una pila puede llegar a tardar mil años.
24.971
Toneladas de basura enviaron a lo largo de todo el año pasado desde la localidad de Berisso al relleno sanitario de la Ceamse
33.855
Son las toneladas de basura que generó el año pasado la localidad de Ensenada, según los registros publicados por la Ceamse
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