El fiscal Pollicita apeló el arresto domicliario concedido a Omar "Caballo" Suárez

El fiscal federal Gerardo Pollicita apeló este martes la medida que ordenó el beneficio de arresto domiciliario para el sindicalista de los marítimos Omar "Caballo " Suárez. El gremialista estaba detenido en el marco de la causa en la que está procesado como supuesto jefe de una asociación ilícita que extorsionó a empresarios del sector y cometió defraudación en la obra social del gremio.

La decisión fue adoptada por el juez federal Luis Rodríguez en el inicio de la feria judicial de verano y en ausencia del juez Roldolfo Canicoba Corral, quien le negó en cuatro oportunidades este beneficio. De este modo, Suárez pasó Año Nuevo en la casa de su hija, en la localidad bonaerense de Olivos, en donde permanecerá los próximos días. 

Ante esto, el fiscal del caso, Gerardo Pollicita, apeló esa decisión para que sea revisada en la Cámara Federal porteña y reclamó que mientras tanto se refuercen las medidas de seguridad en la casa y se prohíba el ingreso de bebidas alcohólicas a la misma.

Este planteo se formuló porque, al excarcelarlo, el juez Rodriguez dio por válido un argumento según el cual el sindicalista sufre de alcoholismo desde hace casi tres décadas, y que tomaría casi cinco litros de alcohol por día. "Sin perjuicio de la impresión personal que el imputado haya causado sobre el juez que le otorgó el arresto domiciliario, considero que el estado de salud de Suárez debe ser analizado en base a la información médica agregada a la causa", advirtió el fiscal.

EL ALCOHOLISMO NO SURGE DE INFORMES MÉDICOS

En el  dictamen, el fiscal enumeró además episodios en los que Suárez se negó a ingerir "alimentos prescriptos de acuerdo a su patología y proporcionados por la unidad penitenciaria", o a concurrir a "determinadas interconsultas programadas en instituciones extramuros".

Suárez "contó durante el curso de su detención con un estricto seguimiento de su estado de salud", y "se arbitraron los medios necesarios para tratar adecuadamente las patologías que presenta", remarcó el fiscal. Además, remarcó que "se impone señalar que el cuadro de alcoholismo que supuestamente habría padecido Suárez no surge de ninguno de los informes médicos practicados" desde su detención.

La apelación fue presentada ante el juez federal Sebastián Ramos, quien suplanta al magistrado de la causa durante enero. Ramos deberá elevarla a la Cámara Federal porteña pero habrá que resolver si se trata de un tema que habilite por urgencia el tratamiento durante el receso o se abordará recién en febrero próximo, cuando se reinicie la actividad judicial habitual. Pollicita pidió que la apelación se eleve de manera "inmediata" a la Cámara.

POLLICITA PIDIÓ CUSTODIA DE PREFECTURA 

Pero mientras esto ocurre, el fiscal reclamo que, de manera "urgente", se disponga "una consigna permanente por parte de Prefectura Naval Argentina" en la casa de la hija del procesado, donde cumple el arresto domicliario, en la localidad de Olivos. Además, el fiscal demandó que haya registro directo de todos los ingresos y egresos a la vivienda, con nombre, apellido y número de documento, fecha y horario de la visita.

También, y en atención al "grave cuadro de alcoholismo que habría sufrido Suárez durante años y previo a su encarcelamiento", reclamó que se prohíba "el ingreso de bebidas alcohólicas" a la vivienda en la que está alojado desde el viernes. La fiscalía cuestionó los motivos por los cuales Rodríguez -en reemplazo del juez del caso- otorgó la domiciliaria basado en cuestiones de salud.

Canicoba Corral había rechazado ese pedido en cuatro ocasiones desde que ordenó detener y procesó a Suárez, en septiembre de 2016. Rodríguez ordenó que se le colocara al detenido una tobillera electrónica, pero el sindicalista salió del penal de Marcos Paz apenas se firmó la excarcelación y sin este dispositivo.

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