Preparar a los ingresantes para la vida universitaria

Edición Impresa

El comienzo escalonado y en varias facultades de la Universidad Nacional de La Plata de los cursos de ingreso replanteará seguramente, con el correr de las jornadas, la preocupación por las deficiencias que suelen exhibir no pocos egresados del nivel secundario al llegar a estas instancias.

El inicio de esos cursos destinados a quienes comenzarán en este año su trayectoria universitaria, se concretó hace dos días en las facultades de Informática y de Agronomía de la UNLP. Tales unidades académicas se sumaron así a la de Ingeniería, que inició esas actividades el 22 de enero pasado, mientras que mañana comenzarán otras facultades con los programas dispuestos para recibir a los aspirantes. De este modo, esta semana la Ciudad comenzó a retomar su habitual ritmo universitario.

En estos días también se iniciarán los cursos en Ciencias Exactas, Veterinarias, Medicina, y Odontología. Otras unidades académicas como Astronomía, Ciencias Naturales, y Periodismo arrancarán con las clases para ingresantes el lunes 5. En tanto, Psicología y Trabajo Social lo harán el 14 de febrero.

En Derecho no hay curso de ingreso, pero mañana comenzarán a cursar los alumnos que arrancan con la carrera las clases de la materia Introducción al Estudio de las Ciencias Sociales, que forma parte del nuevo plan de estudio. Tampoco hay curso de ingreso en Económicas.

En cuanto a la formación deficiente de los estudiantes, lo cierto es que existe un dato ciertamente inquietante de los últimos años: el que muestra que no se vinieron observando mejorías sustanciales, más allá de las pequeñas oscilaciones estadísticas que pueden registrarse, en los porcentajes de aprobados y desaprobados.

El dato alentador, sin embargo, es que se vio patentizada la preocupación de las autoridades educativas y de los docentes por encontrar alternativas frente a una situación que, evidentemente, expresa la grave crisis cualitativa que afecta al sistema educativo en general. Los distintos mecanismos puestos en práctica para generar un acercamiento entre el sistema educativo del nivel secundario al universitario son la prueba de ello. Debe insistirse, sin embargo, en que la cuestión merece una enorme dedicación y que exige una atención prioritaria en los máximos niveles de conducción educativa. Mejorar la calidad de la enseñanza y garantizar una formación más sólida en los distintos niveles escolares debería ser, en efecto, un objetivo fundamental.

Si no se apunta a lograr una escuela secundaria de excelencia, cualquier política educativa estará fallando en su base misma. Para eso, los estándares de exigencia deben ser evidentemente revisados y, al mismo tiempo, se debe poner el acento en la capacitación docente. Cuanto menos, ha sido saludable que se admita la existencia y gravedad del problema.

Se ha llegado a una situación de la que no será fácil salir. El deterioro integral del sistema educativo reconoce variables tan diversas como complejas. Pero es necesario que, paso a paso, se inicie un proceso de recuperación con la premisa básica de alcanzar niveles aceptables de calidad.

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE