Quieren que los padres se hagan cargo de lo que ocurra en las fiestas de egresados

Los padres de adolescentes que festejen sus fiestas de egresados en los boliches de la Ciudad serán responsables de lo que ocurra durante el desarrollo de esas celebraciones. Así será si se aprueba en el Concejo Deliberante un proyecto de ordenanza que el oficialismo busca votar en los próximos días.

La iniciativa establece que aquellos boliches y casas de fiestas que se alquilen para las fiestas de fin de curso de los colegios secundarios deban presentar ante la secretaría de Control Ciudadano previo a la celebración una declaración jurada firmada por al menos cinco padres en la que éstos se comprometen a permanecer en el lugar durante toda la celebración, “asumiendo todas las responsabilidades que les pudieran caber por la conducta de los alumnos y sus invitados”.

De esta forma, los progenitores serán los que se hagan cargo por escrito de que en la fiesta no se cometan ilegalidades tales como el consumo de alcohol o drogas por parte de los menores, así como otro tipo de incidentes.

Es que si bien se trata de fiestas privadas, otro artículo específico del proyecto presentado en el deliberativo local subraya la prohibición de la venta, consumo o suministro de bebidas alcohólicas, siendo el representante legal del local y los padres responsables los que deban velar por su cumplimiento.

Además, la presencia de los menores de 18 años en el lugar sólo se admitirá con “la autorización escrita de sus padres o tutores”.

Y todas éstas serán medidas que deberán documentarse al menos 10 días antes del festejo en el área de Control Ciudadano, que tendrá a cargo la autorización del evento, su fiscalización y control.

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“RESPONSABILIDAD”

El concejal oficialista Julio Irurueta, autor de la iniciativa, explicó ayer que el espíritu de la norma que impulsa es el de buscar que los padres de los menores “tengan responsabilidades sobre lo que ocurre con los chicos al interior de esas fiestas, a fin de preservarlos” y advirtió que “el municipio no puede controlar todo el tiempo lo que ocurra en ellas, se requiere que los padres y tutores también participen de ese cuidado”.

Y anticipó que el carácter de “responsables” de los padres que se hagan cargo de vigilar estas celebraciones a las que acuden gran cantidad de menores es pasible de penalidades que estarán precisadas en la posterior reglamentación de la ordenanza.

Irurueta también recordó que en la época del año que se avecina, donde surgen infinidad de estas celebraciones de egresados de instituciones educativas, son las que, según la estadística, “ingresan más menores a las salas de guardia con casos de intoxicación por consumo excesivo de alcohol o estupefacientes, tanto como por incidentes provocados como consecuencia de esas ingestas.

Según pudo saber este diario, el oficialismo buscará que la ordenanza se vote en el Concejo Deliberante el próximo miércoles. Y no se descartó que pueda sufrir modificaciones con aportes de distintos espacios de la oposición.

De no prosperar, la iniciativa sería sometida a votación en 15 días, cuando se celebre la siguiente sesión ordinaria.

La Comuna viene manteniendo en el último tiempo una fuerte idea sobre el trabajo de la relación de los adolescentes y la nocturnidad, atendiendo a campañas y controles sobre las fiestas privadas, pero también apuntando a la responsabilidad de los padres.

Así se desprende del proyecto presentado también en el deliberativo platense para la reforma del actual código contravencional, en el que, bajo el nombre de código de convivencia, propone severas multas a padres y tutores por las contravenciones que puedan realizar sus hijos menores.

En ese sentido, se detallan en el proyecto la regulación del llamado “último primer día”, una nueva costumbre de los alumnos de quinto año del colegio secundario de festejar el inicio de clases en la vía pública, así como contravenciones vinculadas al vandalismo, roturas del mobiliario urbano y pintadas en los frentes de las viviendas.