Nuevamente pagó caro los errores defensivos
Edición Impresa | 4 de Octubre de 2018 | 04:32

En el comienzo del semestre uno de los aspectos más destacado de Estudiantes era su faceta defensiva pero, en los últimos encuentros, ocurrió todo lo contrario. Ayer frente a San Lorenzo la última línea tuvo claros errores en los tres goles, especialmente en los dos del segundo tiempo que sentenciaron la historia.
En el primer tanto, que fue desde el punto penal a través de los pies de Pablo Mouche, los centrales albirrojos no pudieron parar a Adolfo Gaich y Rodrigo Braña, en su intención de querer evitar que el atacante remate al arco en soledad, se llevó lo puesto con su pierna y el juez Fernando Espinoza cobró penal.
Ya en el complemento, y luego de que el Pincha haya logrado el empate, una pelota perdida en la mitad de la cancha por Gastón Fernández dejó en descubierto lo mal parada que estaba la defensa y, con apenas dos toques, el Cuervo puso a Nicolás Reniero solo contra la humanidad de Mariano Andújar adentro del arco. Minutos más tarde Gaich en soledad se sacó de encima increíblemente a Gastón Campi, que lejos estuvo de mostrar la seguridad de comienzos del semestre, y se fue solo contra el arquero albirrojo para colocar el 3-1 definitivo.
Para colmo, a estos desajustes defensivos que se vienen haciendo presentes en los últimos encuentros, el León le suma una poca capacidad de generar situaciones de riesgo. Hoy por hoy el único arma que parece tener el equipo es la pelota parada: el gol llegó desde un tiro libre y, en el primer tiempo, la más clara fue un cabezazo de Pablo Lugüercio tras un córner. Después le costó mucho poder crear peligro real en el arco rival.
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