Los últimos mensajes por WhatsApp de los tripulantes

Dos días antes de que se encontraran los restos del submarino perdido, los familiares de algunos tripulantes del ARA San Juan habían dado a conocer los últimos mensajes de WhatsApp que intercambiaron con ellos antes de la partida del buque hacia el Atlántico Sur, hace poco más de un año.

Simples y cargados de amor, tiernos y revelando el tiempo y la distancia que tenían sin ver a sus seres queridos, los mensajes leídos surgen ahora como pruebas cotidianas del amor que sentían los tripulantes del submarino por os familiares que habían dejado en tierra y que hacía bastante tiempo no veían.

Uno de esos mensajes que trascendieron en los últimos días fue el del tucumano Luis Esteban García, quien se desempeñaba como cabo principal, estaba casado y tenía dos hijos. Poco antes de partir rumbo a Mar del Plata, Luis le escribió a su madre Victoria un mensaje que ella dejó trascender: “Saliendo, ma. Los amo mucho. Besos”.

Ella, acaso como una costumbre que siempre tenía o acaso como muestra del temor que le podía provocar el trabajo de su hijo en las profundidades del mar, simplemente le respondió con un: “En nombre del padre, del hijo y del espíritu santo”.

Por otro lado, el cabo principal Alejandro Polo, quien era jujeño y siempre había soñado con conocer y trabajar en el mar, también se comunicó con su mamá, Margarita, antes de embarcar: “Bueno, ma. Espero estés bien. Yo ya preparo todo a las 12 o antes salimos a navegar. Primeros días de diciembre llego a mardel. Los amo y cuidense”.

La respuesta de su mamá fue sencilla y amorosa como la de cualquier madre. En esa conversación vía mensajes de WhatsApp, la madre le respondía mandándole un abrazo y pidiéndole que se cuidara mucho: “Hola, hijo, bueno. Muy linda las fotos. Que tengas un buen viaje. Te mando un abrazo grande y cuidate”.

No muy distinta fue la comunicación que mantuvo Hernán Rodríguez, jefe de máquinas y submarinista desde hacía nueve años, al saludar y despedirse de su esposa, Marcela Moyano. “Te extraño, mi vida -le escribió él-. Gracias por existir y acompañarme. Besitos. Te amo. Chauuu”.

La respuesta de Marcela al que sería el último mensaje de su compañero fue toda una declaración de amor: “Te amo vida. Gracias por ser mi hombre”.