Dar espacio, para que el trauma vivido sea puesto en palabras

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Lic. Erika Priore

Psicoanalista, especialista en abordaje de duelo

Frente al drama ocurrido en Tolosa, se impone inevitablemente la pregunta de qué pasa con los sobrevivientes cuando una situación violenta se ve aumentada por un contexto familiar que la torna todavía más traumática, al punto de arrasar la posibilidad de ser asimilada por sus víctimas (los hermanitos, la abuela, el padre del niño asesinado).

En principio es muy difícil pensar que el abordaje terapéutico pueda ser el mismo para todos. Cada uno de los integrantes del drama tendrá diferentes recursos para elaborar lo que pasó. Lo seguro es que cuando la escena es tan traumática el desafío es doble: es necesario que el psiquismo de cada quien asimile lo ocurrido para recién después elaborar el duelo. No se puede esperar que esos chiquitos puedan duelar a su hermano sin antes haber logrado asimilar lo que les tocó vivir.

Pero todo esto no es algo que pueda responder a premisas establecidas ni a tiempos pre pautados. Es fundamental dar espacio para que el trauma vivido sea tamizado de modo regulado. Será recordado y puesto en palabras de modo paulatino; plasmado en dibujos o en demostraciones específicas en la medida que esto pueda ser tolerado por el psiquismo de cada quien.

Por supuesto que todo ese proceso no puede darse sin un adecuado acompañamiento profesional que aporte los recursos y herramientas para contribuir a su elaboración, y no sólo por parte de los niños sino también de los adultos. Porque no se debe suponer a priori que los adultos tienen más herramientas que los niños. Todos están atravesados por igual por lo que pasó. Y es preciso que esa abuela que hoy de golpe quedó a cargo de los chicos tenga también herramientas para dar respuesta a preguntas que más tarde o más tempranos sus nietos van a hacerle en pos de su propio proceso de elaboración.

 

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