Video: en 43 y 5 ya llevan dos semanas de “sequía” y claman por el agua

En plena ola de calor no pueden refrescarse ni usar los sanitarios. También se quejaron vecinos de 68 entre 23 y 24

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Están desesperados y ya no saben a quién reclamar. Se trata de vecinos que, aseguran, hace más de dos semanas padecen de una “sequía” por las canillas secas en el barrio de la Terminal de Ómnibus.

Se trata de una situación repetida durante un verano agobiante en que las altas temperaturas no dan tregua y los vecinos deben soportarlas sin la posibilidad de darse un refresco, lavar los platos o utilizar los sanitarios.

Así lo describen frentistas de la cuadra de calle 43 entre 4 y 5. En ese sector de la Ciudad, aseguran, las falencias con el suministro se arrastran desde hace “al menos dos semanas”.

“Hace 18 días estamos sin agua y con olores a cloacas en la calle”, lamentó un frentista. El hombre dijo que al igual que sus vecinos hizo reiterados planteos a Absa, prestataria del servicio, pero por ahora sin conseguir que le solucionen el problema. Como referencia, indicó que uno de los reclamos es el número 3446718/5.

Angustiada, otra vecina, en este caso de 43 N°455 contó a este diario que “tanto yo como mis vecinos llamamos a Absa y no nos dan ninguna solución; estamos esperando hace 20 días la cuadrilla y no vienen”.

La mujer describió a través de WhatsApp un panorama desolador: “Al no tener agua se nos hace imposible ir al baño, lavar los platos, bañarnos” y relató que “tenemos que estar molestando a nuestros familiares por estos problemas”.

Algunos vecinos comentaron que según les dijeron desde la empresa Absa la resolución del problema requeriría “cambiar los caños de entrada”.

Por estas horas la falta de suministro volvió más agobiante aún la sofocante ola de calor que lleva días en la Región, convirtiendo las casas en “hornos” y obligando a muchos a visitar a familiares para poder tomar un baño.

No fueron los únicos que reclamaron soluciones por la falta de agua. Julia Alonso, una jubilada de 73 años de calle 68 entre 23 y 24 puso el grito en el cielo por las falencias del servicio. Hay días que de las canillas de su casa no sale una gota. La mujer, que vive hace siete décadas en la zona aseguran que esto no pasaba nunca. Encima, como el líquido escasea, los vecinos colocaron bombas para abastecerse, con lo que afectan a quienes no cuentan con esos dispositivos. Llamó a Absa para quejarse, pero no le dan solución.

 

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