Una adolescente fue raptada en 7 y 32 y violada por dos hombres en Las Quintas

El 9 de febrero se presentaba como un viernes cualquiera en la vida de una adolescente de 16 años, que planificó una salida con una amiga de su misma edad y fueron a un par de bares en el centro de La Plata, sin sospechar que el camino de regreso a su casa iba a ser la puerta de entrada a un infierno del que nadie sale igual.

Dos hombres la interceptaron en la calle y obligaron a subir a un utilitario, en el que la llevaron hasta una casilla en la zona de Las Quintas. Ahí “la drogaron y abusaron sexualmente de ella”, dijo un investigador. Realizados los peritajes y la reconstrucción de algunos movimientos que hicieron los atacantes aquella madrugada, la policía logró identificar a dos sospechosos, hacer un par de allanamientos y detener a uno de ellos, de 34 años. Secuestraron también la camioneta, de la que esperan obtener muestras importantes para la causa.

el relato del miedo

La investigación comenzó hace dos semanas con la denuncia que la madre de la víctima radicó ante el gabinete de Delitos Sexuales de la DDI, después de que la chica le contó lo que había vivido.

Figura en el expediente que en la noche del 9 de febrero pasado la menor de 16 años (la identidad se preserva) salió de su casa de Ringuelet para ir al Centro con una amiga de su misma edad.

El padre las llevó a las dos a la estación de servicio de 32 entre 20 y 21, “donde cargaron la tarjeta SUBE y se quedaron en la parada del micro” que las condujo a destino.

Fueron primero a un conocido bar de diagonal 74 entre 47 y 48 y de allí, junto a varios amigos, a otro situado en 5 entre 51 y 53. Hasta entonces todo iba bien. Los problemas comenzaron cuando la adolescente decidió irse de ese lugar y volver caminando a su casa.

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“Al circular por 7 y 32 paró un vehículo tipo (Renault) Kangoo de color claro en el que iban dos sujetos mayores, quienes subieron por la fuerza a la chica para llevarla hasta una vivienda del tipo casilla”, aseguró a este diario una fuente del caso.

La joven no pudo hacer una descripción detallada de las características físicas de los agresores, pero aportó buena información para localizar el sitio al que la condujeron.

“Era un domicilio ubicado en la zona de 522 y 141 -aportó el vocero-, donde ella recordó haber visto una cama”.

Figura en la causa que la chica fue “drogada desde el principio” y sometida sexualmente por los dos atacantes, uno de los cuales le ofreció, “después de haber abusado de ella”, su teléfono celular “para que llamara a la madre y le dijera que estaba bien”.

Según el pesquisa, a la adolescente también le ordenaron que calmara a su madre diciéndole que iba a llegar un poco más tarde de lo previsto y “la amenazaron de muerte todo el tiempo para convencerla de que no hiciera la denuncia”. La exigencia iba más allá: pretendían que ni siquiera hablara del tema.

La joven les dio su palabra de que no lo haría, logrando así que “los sujetos la llevaran hasta las inmediaciones del lugar donde la levantaron”, agregó el pesquisa.

Apenas llegó a su casa la chica le contó a su mamá lo que le había pasado y la mujer radicó la denuncia.

Los investigadores de la DDI no tardaron en detectar que “la menor no mentía en sus dichos”, aseguró un jefe policial. Al analizar el material que registraron las cámaras de seguridad de la zona a la hora del hecho, observaron a “una camioneta de color gris que detuvo su marcha y a dos hombres subiendo a la víctima por la fuerza”, detalló. Trabajo de campo mediante, llegaron el domicilio que habría servido como escenario del ataque.

“Ahí vive uno de los acusados”, dijo un vocero, mientras que el otro reside a unas diez cuadras. De este último sólo tienen un nombre de pila, no confirmado todavía, y en su casa no encontraron elementos de interés. En la primera vivienda sí: detuvieron allí al acusado de 34 años y secuestraron un teléfono celular, un juego de sábanas, una computadora y la Kangoo gris, a pedido del fiscal Alvaro Garganta y el juez Juan Pablo Masi.

El detenido tiene 34 años, estudia y lo acusan de abuso sexual agravado y secuestro