Los números de un año conflictivo entran a escena

Por LAURA ROMOLI
lromoli@eldia.com

La rendición de cuentas del ejercicio 2017 quedó durante más de una semana oculta en un limbo de excusas que impedían que las repercusiones de su divulgación empañaran el discurso del Intendente en el Concejo Deliberante. El gesto insólito del gobierno de Julio Garro hacía presumir que los números que contenía el expediente eran como mínimo polémicos y los primeros datos conocidos no hacen más que confirmarlo.

El jefe comunal dio un discurso centrado en el Código de Convivencia que tanto pregona desde el año pasado. Un conjunto de actualizaciones del Código Contravencional que aumentarán las multas a una serie de infracciones para restablecer el orden. Será sólo una actualización, dado que el año pasado el Concejo incrementó por ordenanza el valor de las sanciones llevando hasta 30 mil pesos las más graves, como son cruzar en rojo o hablar por teléfono mientras se conduce. Otros temas de énfasis son la venta ambulante y la basura. Todo conocido. Lo que no hay es quién haga cumplir estas reglas. Y ahí sí que la novedad fue que piensan incrementar el número de inspectores, de una escasez alarmante, para que, al menos, las reglas que ya existen se puedan cumplir. Lo que no puede afirmarse es que nuevas designaciones de personal en el municipio solucionen un problema ni mucho menos. Es posible que solamente sirviera para engrosar las plantillas de asalariados.

El expediente de la rendición de cuentas del año pasado exhibe diversas subejecuciones de gastos en áreas sensibles”

Pero todo viene con retraso. El Ejecutivo había anunciado que en febrero se sometería el proyecto del nuevo código a las instituciones intermedias, pero dos meses después de la fecha pautada aún no está terminado. La convocatoria tan anticipada para incorporar aspirantes a inspectores de Control Ciudadano tampoco está y si bien el año pasado Garro dijo que la Comuna sumará 70, en su discurso del miércoles evitó precisar la cantidad.

Las demoras no terminan ahí. En si discurso el jefe comunal también habló de la seguridad. Evitó mencionar el repetido tema de campaña de las cámaras de monitoreo reclamada por vecinos de todos los barrios. La razón es que todavía hoy la licitación, realizada en base a partidas del gobierno nacional ingresadas el año pasado, no está terminada. Tampoco hay novedades sobre el nuevo centro de monitoreo. Ni están aún instaladas las 80 cámaras que antes de las elecciones de medio término desde la Nación entregaron a la Ciudad. Y estos retrasos llevan al cómputo de una subejecución en el área de casi la mitad de lo aprobado en el presupuesto del año anterior.

El Fondo Educativo, una cuenta afectada y transferida también desde el gobierno nacional tampoco fue ejecutado. Se trata justo de un tema que preocupa a los concejales al punto que se creó en el Concejo una comisión especial para seguirlo.

Con el retraso de la presentación de la rendición, la oposición espera que recién mañana el oficialismo le permita ver su contenido. Desde Cambiemos admiten los atrasos en muchas licitaciones pero sostienen que en gran medida se debieron a lo ralentizados que eran los procesos con la anterior gestión de la secretaría de Economía, que estaba a cargo de Pablo Gorosito y en enero pasó a manos de Horacio Prada. Será difícil mostrarlo como un problema suficiente para esas y otras subejecuciones de importancia.