Investigan una presunta trama narco en el secuestro fallido de un joven en Punta Lara

A primera hora de la mañana de ayer, cuatro personas irrumpieron en una vivienda de Punta Lara con un objetivo bastante claro. Al parecer, algo tenían para decirle o recriminarle a un joven de 21 años que en ese instante se encontraba en el lugar. Por algo lo sacaron casi de los pelos y lo metieron de prepo adentro de un auto, con el que arrancaron hacia La Plata.

El hecho sucedió minutos después de las siete, en la zona de las calles 72 y 5.

Segundos más tarde, cuando el violento grupo y la víctima se desplazaban en el rodado, hubo un milagroso llamado al 911, que alertó a la Policía de lo sucedido.

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Por el momento se desconoce si hubo gritos, perros que ladraron más de lo habitual o algún otro factor que puso al descubierto la maniobra.

Lo cierto fue que, a pocas cuadras, en 9 y 76, los efectivos cruzaron el rodado sospechoso, un VW Gol de color bordó, en el que iban cinco ocupantes.

Los voceros consultados por este diario informaron que a cuatro se los llevaron esposados a la comisaría segunda de Ensenada y, al restante a la misma seccional, pero en calidad de denunciante.

Las mismas fuentes indicaron que durante el procedimiento se logró incautar un revólver calibre 22 con numeración limada y siete proyectiles intactos, que aparentemente utilizaron para consumar el ataque, aunque es evidente que, en su desarrollo, no obtuvieron los resultados que habían proyectado.

Por el caso, en la citada dependencia de seguridad se iniciaron actuaciones caratuladas como “privación ilegítima de la libertad agravada y portación de arma de uso civil”, con conocimiento de la fiscal María Corfield, quien ya citó a los imputados para una próxima indagatoria, en la que deberán dar cuenta de sus actos.

Se trata de dos hombres de 34 años, uno de 36 y el restante de 37, todos oriundos de Punta Lara, quienes -demás está decirlo- deberán afrontar un complejo frente judicial, atento la dura calificación penal que les endilgan.

LAS SOSPECHAS

Por ahora son todas conjeturas, aunque trascendieron los primeros datos que permitieron hacer una semblanza de cuál sería la situación que los enfrentó.

En medio de un marcado hermetismo, los pesquisas detallaron que el joven de 21 años presuntamente tendría antecedentes con la venta de estupefacientes, por lo que, se presume, en busca de algo de eso entraron en su propiedad.

Si encontraron lo que necesitaban o, al no encontrarlo, lo amenazaron para que les diga dónde hacerlo, es lo que se intenta determinar.

El parte oficial sólo refiere a -un supuesto- “ajuste de cuentas entre malvivientes”, más allá de que no hubo otras confirmaciones.

“Necesitaremos un tiempo prudencial para desarrollar la investigación y determinar, con cierto grado de exactitud, qué fue lo que ocurrió”, expresó un jefe policial vinculado al desarrollo de esas diligencias.

“Vamos a recorrer el barrio y a escuchar a la víctima. Ver qué nos cuenta o hasta dónde quiere hablar. Por lo general, cuando suceden este tipo de incidentes, a veces el silencio es salud”, refirió el mismo informante, dando a entender que puede existir miedo a sufrir posibles represalias.

EL mundo de las DROGAS

Si hablamos de temor, hace escasas horas, la sociedad se conmovió por los acontecimientos suscitados en Transradio, partido de Esteban Echeverría, donde un hombre y tres mujeres fueron acribillados a balazos.

La principal hipótesis también apunta a un tema vinculado al mundo de la comercialización de las drogas.

El cuádruple crimen ocurrió en una casa de Perú al 1179, en cuyo interior se encontraba una mujer con su bebé y su hermana, que vivían allí, y afuera, sentado en una escalera, su hermano y la novia, que los habían ido a visitar.

Una fuente judicial reveló que al menos cinco hombres arribaron a la puerta en un Chevrolet Corsa negro, de los cuales dos se quedaron en la vereda de “campana”, dos entraron y uno aguardó arriba del vehículo.

Como allí funciona un inquilinato, los agresores entraron por un patio de acceso libre que es común a todas las viviendas, un total de diez, y una vez que llegaron a la casa que buscaban le gritaron al joven que estaba allí sentado: “¿Así que vos sos el transa?”.

Según un vecino, hubo una fuerte discusión por “problemas de droga” y en determinado momento, uno de los hombres que había llegado le dijo: “Gato, esto me lo vas a pagar”.

De inmediato, empezaron los disparos -hubo cerca de 30- y la tragedia resultó inevitable.