Un menor con varias causas resistió la detención a los tiros, lo capturaron y ya quedó libre

Tiene 16 años y en los reportes de las causas que le fueron abriendo desde 2014 hasta ahora -unas 14, la mayoría ya archivada-, figura que no sabe leer ni escribir. Vive con su madre y un hermanito en una casa usurpada, en donde anteayer quiso resistir, a los tiros, un nuevo traslado a la comisaría del barrio. Sin herir a nadie, después de una persecución corta terminó detenido y a disposición de la Justicia del Joven, aunque a las pocas horas volvió con su madre a la misma vivienda, informaron fuentes oficiales.

El procedimiento lo hicieron el martes a la tarde policías de la Subcomisaría La Unión a cargo de Gustavo de Paulis, en un domicilio que el Juzgado de Garantías del Joven Nº 1 ordenó allanar en la zona de 144 y 529, en el marco de una causa por “robo”.

Sorpresa

Apenas arribaron al lugar indicado los policías advirtieron que el adolescente que habían ido a buscar intentaba escapar por los fondos y que, en plena carrera, “hizo algunos disparos para evitar que lo siguieran”, contaron voceros con acceso a la causa.

Aparentemente los tiros los hizo al piso, pero lo concreto es que nadie salió lastimado y los agentes lograron detener al menor y secuestrarle el arma que había usado para resistir la captura.

Se trata de una pistola de la marca Browning calibre 9 milímetros que contenía en su almacén cargador 10 proyectiles del mismo calibre.

El arma tenía la numeración limada, lo que complica la identificación de su legítimo dueño y saber, en caso de que sea robada, cuándo y dónde sucedió ese hecho.

Los investigadores no descartan que haya sido sustraída a un policía, “por la marca y calibre del arma”, explicaron.

Al menor lo vinculan con al menos 10 causas que están en investigación, todas por delitos cometidos bajo modalidades distintas, como escruches (robos en ausencia de los dueños); entraderas y robos calificados en negocios o en la calle.

Entre esos asaltos se destaca el ocurrido el 27 de abril en 140 y 520, donde cuatro delincuentes subieron al interno 116 de la Línea Oeste, le sacaron las llaves y un celular al chofer y despojaron de sus pertenencias a cuatro pasajeros (todo en el trayecto de una cuadra), para luego escapar corriendo. El nombre del menor apareció como posible partícipe en aquel hecho.

Fuentes distintas indicaron que el joven “ha tenido ingresos en comisarías de distintas jurisdicciones”, aunque, en general, ataca en su barrio y con la complicidad de muchachos mayores.

Después del operativo del martes se le abrió una causa por “violación de domicilio, abuso de armas, portación ilegal de arma de guerra y supresión de numeración”. Es imputable, pero volvió con su madre, quien ya aclaró a las autoridades que “no lo puede controlar”.

El arma que le secuestraron tenía diez proyectiles en el cargador y la numeración limada