Los kioscos de Rihanna: más allá de la música, la de Barbados se entretiene con otros “curritos”
Edición Impresa | 8 de Julio de 2018 | 05:28

Semanas atrás se celebraba en Nueva York el estreno de la película “Ocean’s 8” y la cantante de Barbados Rihanna se convertía en noticia por su vestido de Givenchy, que rápidamente comenzó a recibir decenas de críticas en las redes sociales.
Y en su paso por la capital inglesa, donde fue a hacer la misma promoción, Rihanna volvió a incendiar las redes, de nuevo por el look con el desfiló por la alfombra roja.
La cantante, que interpreta a una genio de la tecnología llamada Nine Ball en el filme que se puede ver en las salas, llegó a Londres con un vestido de un intenso dorado metálico.
Pero el color no fue lo que más llamó la atención. Lo que verdaderamente impactó a todo el mundo fue el arriesgado escote que tenía el vestido, que hacía que continuamente pareciera que Rihanna se iba a quedar con las lolas al aire.
En las imágenes del evento podemos ver cómo, en todo momento, la cantante se concentra en controlar el borde superior de la prenda para no vivir ningún desliz.
Siempre polémica, el mundo del arte no es sólo donde esta morena sabe moverse.
Esta vez, la artista de Barbados fue aún más lejos y decidió meterse en el negocio del sadomasoquismo.
Allá por el 2011, Rihanna confesó sus secretos más íntimos en una entrevista para la edición estadounidense de la revista Rolling Stone en la que señalaba: “Me gusta que me azoten. Y es divertido que me aten. Pero prefiero que sea espontáneo”.
Por aquel entonces, la cantante aseguró que “a veces, usar látigos y cadenas es demasiado planeado… Tienes que parar e ir a buscar el látigo al último cajón de la planta de abajo. Prefiero que ellos usen sus manos”.
A solo siete años de aquellas declaraciones, sorprendió a sus fanáticos con una línea de juguetes sexuales llamada Savage Xcessories.
Los accesorios que puso a la venta incluyen esposas y látigos con un precio que va desde los 18 a los 24 dólares que se suman su exclusiva línea de ropa interior.
Para colmo, a tan solo algunas horas de ponerlos a la venta, la página oficial informó que algunos de los productos estaban agotados para la tristeza de los seguidores de la cantante.
En 2015, la morocha se había encargado de anunciar su nuevo proyecto en la High Times Cannabis Cup de Negril, Jamaica, que consiste en lanzar productos que contengan cannabis, bajo el nombre de “MaRihanna”, los cuales se pueden adquirir en lugares donde la sustancia esté legalizada.
En aquella oportunidad, la actriz había especificado que su línea contendría diferentes tipos de flores, así como comestibles y concentrados. “Es la primera marihuana con marca en todo el mundo y estoy orgullosa de ser una pionera”, había declarado por aquel entonces.
Rihanna busca aventurarse constantemente en nuevos mercados.
Luego del modelaje y la actuación, lanzó estos productos que incluyeron sabores como Karibbean Kush, Haze Haití y Jamaica High Grade. Están disponibles en Alaska y en algunos estados de EE.UU, como en otras partes del mundo donde la marihuana es legal.
actuación
De todos modos, Rihanna sigue firme en las artes. A la par de su carrera musical, la cantante sigue despuntando el vicio de la actuación y, actualmente, se l la puede ver como protagonista de “Ocean’s 8”, el universo femenino de “Ocean’s Eleven”.
El filme de Gary Ross plantea un formato similar al de “Ocean’s Eleven”, aquella cinta de robos protagonizada por George Clooney, Brad Pitt y Matt Damon, entre otros.
Todo comienza cuando Debbie, encarnada por Sandra Bullock, sale de la cárcel tras cinco años planeando robar el collar de diamantes de 150 millones de dólares que lucirá una actriz en la exclusiva gala anual del Metropolitan Museum de Nueva York (MET).
Más allá del lujo, las celebridades que hacen cameos o el notable elenco femenino, que incluye a Cate Blanchett, Anne Hathaway o Sarah Paulson, Bullock destacó que lo más importante de la historia es cómo las “cómplices” se “impulsan las unas a las otras” para lograr su objetivo.
A diferencia de otros roles en los que han trabajado a lo largo de sus carreras, las actrices representan en esta ocasión a “mujeres cuidando unas de otras, reconociendo sus talentos y diciendo: ‘Ve ahí y brilla’”, desgranó la actriz.
Esa era la idea del cineasta Gary Ross (“Los juegos del hambre”), quien contó con el beneplácito y la producción de Steven Soderbergh, el artífice de “Ocean’s Eleven” (2001), “Ocean’s Twelve” (2004) y “Ocean’s Thirteen” (2007), tras la cual descartó prolongar la saga.
“Aquí tenemos a un director que quería a mujeres, y quería a mujeres haciendo sus cosas”, aplaudió Blanchett, que asumió “un riesgo que merecía la pena tomar” al enterarse de “quiénes eran las otras actrices y cuál era la franquicia” cinematográfica que le ofrecía Ross.
Para Hathaway, la “oportunidad” de estar en un rodaje con tantas actrices fue un contraste con otros trabajos que le han hecho sentir como una “isla”, y agradeció haber sustituido los “filtros” que dice imponerse a veces por una sensación de “seguridad” con ellas.
Para elevar la “voz femenina” de la trama, Ross también contó con la guionista Olivia Milch, que se ocupó de modelar unos personajes “distintos, complejos” y que puedan servir “especialmente a las mujeres jóvenes”, según explicó.
Por ese motivo es también diverso el reparto, que completan Mindy Kaling, de origen hindú; Awkwafina, de ascendencia china y surcoreana; y la siempre versatil Rihanna, cada vez más requerida en la pantalla grande.
Anteriormente, fue parte de “Bring It On: All or Nothing”, “Battleship”, “Katy Perry: Part Of Me”, “This Is the End”, “Annie”, “Home” y, más reciente en el tiempo, de “Valerian and the City of a Thousand Planets”.
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