Nadie se ocupa de los autos abandonados en la Ciudad

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El abandono de vehículos en nuestra ciudad, sea en forma voluntaria por parte de sus propietarios o bien el que proviene de los autos robados dejados por los autores de ese delito –así como el que deriva de secuestras ordenados en causas judiciales y esos vehículos quedan estacionados frente a las comisarías- por su permanencia indefinida en la vía pública originan desde hace muchos años una suma creciente de problemas y de justificadas quejas vecinales, a partir de la diversidad de trastornos que esas presencias implican.

Ahora se conocieron reclamos de vecinos del parque San Martín y del barrio El Retiro, por considerar que los vehículos abandonados se convierten en focos de inseguridad y en potenciales fuentes de toda clase de infecciones, así como en obstáculos concretos para el mejor estacionamiento en esas zonas.

Así, en 28 entre 56 y 57 señalaron que esa cuadra se transformó en una suerte de atracción para presuntos delincuentes, aludiendo así a desconocidos que suelen merodear en esa cuadra, seguramente alentados por tres autos abandonados, transformados en verdadera chatarra, que usan para esconderse. En ese sentido, los frentistas solicitaron que se quiten de la zona esas carrocerías desprovistas de motor, puesto que poco a poco le fueron sacando partes a los vehículos.

Similares planteos se formularon desde El Retiro por la presencia de un vehículo abandonado hace varios días en la esquina de 44 y 65, sin que en ninguno de los dos casos, según dijeron, hayan obtenido respuestas desde las distintas dependencias oficiales en las que presentaron sus quejas.

Sobre el tema de los autos abandonados en la vía pública, desde la secretaría de Convivencia y Control Ciudadano platense aseguran que de enero a septiembre de este año se levantaron 193 autos abandonados y 33 autos quemados; en tanto 137 rodados fueron removidos por sus propietarios tras ser intimados. En lo que va de 2019 ya se compactaron 500 motos, añadieron.

De todos modos, corresponde aquí advertir que muchas de las anteriores administraciones municipales habían informado acerca de campañas de compactación y otras acciones para despejar este problema y que esos anuncios, a poco de ser impulsados, concluyeron en virtual letra muerta. De allí que deba instarse a las actuales autoridades a que intensifiquen este programa, necesario desde todo punto de vista.

Cabe recordar también que hace años se creó la figura del “abandono voluntario” del vehículo, a través de la cual el titular puede manifestar su voluntad de desprenderse de su vehículo o de sus partes. Para ello se labrará un acta notarial o administrativa, en que obrará constancia de la cesión del bien a la autoridad de aplicación.

A grandes rasgos, esa norma apuntó a frenar el desborde de los predios destinados a almacenar coches y motos interdictos por diferentes irregularidades cometidas por sus conductores, y que nadie reclama. Así es que faculta a los departamentos ejecutivos de cada comuna a darles salida por diferentes vías, entre ellas la compactación, la subasta pública o la donación a entidades de bien público.

Desde hace tiempo se conocen y padecen los trastornos propios del abandono de vehículos y de la conformación aquí y allá de los llamados cementerios de automóviles, especialmente frente a las comisarías y dependencias policiales. De allí que resulte procedente confiar en que se aceleren todos aquellos trámites destinados a garantizar una mejor disposición final de esos vehículos abandonados, entre los cuales no se incluye, desde luego, a los que están secuestrados por orden judicial.

 

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