María C. Tarrabé
Edición Impresa | 7 de Octubre de 2019 | 04:29

Fruto de un reconocimiento ganado por su compromiso con los sectores de la comunidad más vulnerables; su carácter firme y contenedor a la vez; y su espíritu emprendedor; despertó un profundo dolor el fallecimiento de María Concepción Tarrabé. Trabajadora social de vasta formación, encaró a lo largo de una extensa trayectoria diversos programas provinciales destinados, desde las políticas públicas, a mejorar la calidad de vida de las familias más necesitadas.
“Perla” había nacido el 31 de octubre de 1943 en La Plata. Fue la única hija del matrimonio integrado por Juan Tarrabé y Virginia Mancini. Completó la enseñanza primaria en la Escuela 42 y la secundaria en el Normal 2, donde se recibió de maestra. Luego, siguió Trabajo Social como carrera terciaria, y realizó la residencia en salud mental dentro del hospital Borda de la ciudad de Buenos Aires.
Desde muy joven se volcó a la militancia dentro del peronismo y logró combinar la vocación solidaria con un empleo que le permitía ganarse la vida. A los 24 años ya era dueña de una experiencia asistencial fecunda, pues para ese entonces había trabajado en barrios como la Isla Maciel (Avellaneda), El Dique y Villa Catella (Ensenada). Ese bagaje la acreditó para hacerse cargo de Servicios Sociales del Hospital Gutiérrez de nuestra ciudad, función que ejerció hasta 1973, cuando desde el ministerio de Salud se le propuso dirigir ese área pero en la Región Sanitaria XI. Participó de distintos programas oficiales vinculados a la sanidad: en 1981, al transformarse el Hospital del Turf en Hospital Rossi quedó al mando de los Servicios Sociales de ese centro de atención; y en 1987 se sumó al equipo del ministro Floreal Ferrara y regresó a la Región Sanitaria XI.
Se casó con el médico Carlos Rifourcat y en 1974 la pareja tuvo a su primer hijo, Ignacio -cardiólogo-; y en 1976, al segundo, Julián -traductor de inglés-.
En la década del 90, con una profesión por demás consolidada, acompañó a Rifourcat (también militante del PJ) en sus gestiones de secretario de Salud, primero en el municipio de San Vicente y después en el de Presidente Perón. Luego se desempeñó en un cargo en la Dirección Provincial de Hospitales y, finalmente, coronó su carrera como directora del hospital pediátrico Elina de la Serna. Se jubiló en 2008.
Abuela de Martina, Juana y Catalina ni la enfermedad que enfrentó con entereza durante largos años le impidió de disfrutar de felices momentos con sus nietas.
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