Cuestionan la propuesta de una suba de Bienes Personales
Edición Impresa | 8 de Octubre de 2019 | 03:32

Especialistas en temas tributarios no ven muy efectiva la propuesta lanzada en estos últimos días por el candidato presidencial del Frente de Todos, Alberto Fernández, de realizar modificaciones al impuesto a los Bienes Personales, como una herramienta para combatir el déficit fiscal. Advierten que puede traer “efectos negativos” en la economía aunque creen que este impuesto nacional tiene “muy baja” incidencia sobre el total de la recaudación. Además, alertan que cada vez afecta más a sectores de la clase media.
“Para eliminar el déficit fiscal con el impuesto a Bienes Personales se necesitaría llevar la alícuota como mínimo al 10 por ciento (en realidad es más). En esas condiciones alguien que tuviera activos por 100.000 dólares (3 veces el mínimo) debería pagar 50.000 pesos por mes, un salario promedio”, argumentó en su cuenta de Twitter el economista Fausto Spotorno, de la consultora Orlando J. Ferreres & Asociados, contra la propuesta del candidato opositor si llega a la Presidencia.
“Estamos en un límite de tolerancia donde los contribuyentes no tienen posibilidades de que se les aumenten los impuestos”, advirtió el abogado tributarista César Litvin, y agregó: “La carga fiscal es extremadamente alta. No creo que haya espacio ni tolerancia emocional para más impuestos”.
En cuanto a la posibilidad de un incremento en Bienes Personales, en declaraciones al programa radial “Cada Mañana” que conduce Marcelo Longobardi, explicó: “Es un impuesto de la década del 90 que nació con un pecado original sólo considera los bienes sin deudas. Cuando nació, nació con un mínimo no imponible de 100 mil pesos dólares de ese momento. Hoy el mínimo no imponible es de dos millones de pesos”.
En sus inicios, se buscó gravar con este impuesto a quienes demostraran tener un alto nivel de riqueza material a través de la posesión de bienes o derechos. Sin embargo, desde ya muchos años que esta situación cambió. Ya no ocurre eso; prácticamente un propietario de un automotor y un inmueble -las tasaciones fiscales han subido en los últimos tiempos- es alcanzado por el gravamen. Este año se determinó el piso en 2 millones de pesos, unos 33.283
Se toma en cuenta propiedades, vehículos, inversiones y objetos personales y del hogar; también los radicados en el exterior. Mientras que quedan excluidos los títulos y bonos emitidos por el Estado (Nación, provincias y municipios) y los depósitos en pesos y moneda extranjera en cajas de ahorro y plazos fijos, según la norma de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP).
Actualmente, hasta 3 millones de pesos de patrimonio, el contribuyente paga una alícuota del 0,25 por ciento. Entre 3 millones y 18 millones de pesos, la alícuota pasa al 0,50 por ciento. Y para más de 18 millones de pesos, al 0,75 por ciento. Para Letvin, “aumentarlo sin considerar ningún pasivo, se torna un impuesto que puede llegar a ser confiscatorio. Si se intenta llegar a 2 ó 3 por ciento, ningún país del mundo aplica estas alícuotas y hoy los activos financieros no tienen ese rendimiento”. Y advirtió que las fuertes devaluaciones del peso en los últimos años hicieron que cada vez más gente, de sectores de clase media, comiencen a pagar este tributo. Cuando el impuesto se estableció originalmente, en el año 1991, el monto a partir del cual se pagaba era 100.000 dólares; hoy está apenas por encima de los 33.000. “Aquellos que tienen dinero en dólares, con la devaluación se les genera una gran carga”, indicó Litvin.
patrimonio y deudas
Otro especialista legal en impuesto, Iván Sasovsky, titular del estudio Sasovsky & Asociados, alerta sobre otro detalle: “Tiene en cuenta los activos de un contribuyen pero no sus deudas. Esto hace que se pague incluso cuando una persona se endeuda para adquirir su patrimonio”.
Los especialistas tributarios también ponen la lupa que no está en el top five de los impuestos que más recauda. “Este impuesto recauda muy poco en Argentina. Los que más recaudan son IVA, Ganancias e Ingresos Brutos. Tiene más efectos nocivos que ventajas, como fue la renta financiera”, opinó Letvin. Y sentenció: “La carga tributaria que poseen los ciudadanos argentinos no solo es muy alta, sino que son pocos los países que aplican el Impuesto a los Bienes Personales, porque tienen efectos negativos sobre a economía...Desmotiva el ahorro e incentiva la fuga de capitales”.
El director del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF), Nadín Argañaraz, detalló que “de cada 100 pesos que recauda el fisco, el impuesto a los Bienes Personales aporta apenas 50 centavos”. Y explicó en declaraciones radiales, que “cuando uno mira eso, puede llegar a suponer que está bajo y que se puede cambiar. Pero es solo mirar un árbol del bosque para tomar una conclusión. Hay que tener en cuenta que la carga tributaria de un asalariado en Argentina es del 50 por ciento del ingreso que genera. Tiene que hacerse algo mirando todo el bosque”.
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