Inconcebibles pérdidas de grandes cargas de alimentos

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Un informe publicado en este diario volvió a poner de relieve la necesidad de que no se desperdicien alimentos, señalándose allí que la Argentina es uno de los países que derrocha más comida por malos hábitos en el hogar. Se destacó en ese trabajo que la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y el ministerio de Agricultura de nuestro país lanzaron una fuerte campaña para optimizar el consumo, la conservación y el aprovechamiento de alimentos en el ámbito familiar.

Tal como se indicó, ya sea en la etapa de producción, distribución o consumo, cada año se desaprovechan en Argentina unas 16 millones de toneladas de alimentos, lo que representa el 12,5 por ciento de nuestra producción agroalimentaria y un volumen de recursos suficiente para eliminar el hambre en todo el país. Se ha podido calcular además que al menos una décima parte de ese derroche de alimentos que ocurre cada año entre nosotros –y que equivale a 1,5 toneladas- tiene lugar en el ámbito del hogar.

De acuerdo con un informe elaborado hace unos años por la secretaría de Agricultura y Pesca de la Nación junto con la FAO, cada argentino tira anualmente a la basura unos 38 kilos de comida, una cantidad que está muy por debajo de la de europeos y norteamericanos (que rondan los 115 kilos per cápita) pero que supera por lejos la media en América Latina y hubiera avergonzado a muchos de nuestros abuelos hace no tantos años atrás.

Se destacó, asimismo, que frente a esa realidad, el ministerio de Agricultura y la FAO, junto a las empresas privadas, acaban de lanzar una campaña para contribuir con la reducción del desperdicio en el momento de la compra, consumo, conservación y reutilización de los alimentos en el país, donde un sondeo revela que más del 80 de los consultados admite tirar comida.

Para el desarrollo de esta campaña se elaboró un estudio a nivel nacional que indaga acerca de los hábitos de los argentinos al momento de planificar las compras y preparar sus alimentos. Uno de los principales resultados que arrojó la encuesta es que el argentino está sensibilizado por la problemática del desperdicio de alimentos, pero que, a pesar de la planificación sobran porciones, especialmente en eventos sociales.

Tal como se informó en otras ocasiones en este diario, los especialistas advierten que el descarte y desperdicio de alimentos se puede observar a lo largo de toda la cadena de producción y consumo. Asimismo, consideran que, de uno u otro modo, toda la población es también responsable de la cantidad de alimentos que se tira, desde el productor hasta los consumidores. Especialistas en alimentación calculan que todas las noches hay 830 millones de personas en el planeta que se van a dormir con hambre.

Informes como el aquí analizado constituyen, también, verdaderos toques de alerta, que obligan a las autoridades y a la sociedad toda a buscar fórmulas para impedir todo tipo de dispendio, que será siempre profundamente injusto frente a tantas necesidades básicas no satisfechas.

En esta columna siempre se han puesto de relieve todas aquellas acciones de índole solidaria, que apunten a cubrir las carencias más críticas de las franjas de población más indefensas.

De allí que merezcan decidido apoyo aquellas iniciativas, ya sean privadas o públicas, que se desplieguen, sea tanto para evitar la inconcebible pérdida de millones de toneladas de alimentos, como para aprovechar en plenitud los recursos existentes que pueden allegar soluciones y paliativos inmediatos a las graves emergencias que enfrentan en forma cotidiana los más desposeídos.

 

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