Con dedos de siliconas engañaban al sistema de presentismo de Aerolíneas: los echaron

Descubrieron la maniobra de 6 empleados, quienes se turnaban para ir a trabajar

El ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, informó hoy que las autoridades de la empresa Aerolíneas Argentinas despidieron a seis personas que "fraguaban su presencia en la compañía y no venían a trabajar", al tiempo que destacó que "no es normal" el subsidio estatal a la empresa aérea. Según confirmaron a Télam fuentes de la empresa estatal, los empleados desvinculados trabajaban en los talleres de mantenimiento de Austral en Aeroparque, y durante meses falsearon el registro de entrada con huellas dactilares en "dedos de silicona". 

Dietrich elogió que se bajaron los gastos de Aerolíneas Argentinas por un monto de 500.000 dólares anuales, y "se pagan los sueldos con un gran esfuerzo", pero enfatizó que "se requiere que todos los argentinos tengamos conciencia de que esta situación no es normal". "Ninguna compañía aérea que funciona en Argentina tiene ningún tipo de subsidio, y tampoco ninguna en el mundo tiene subsidio estatal", dijo el ministro de Transporte. Esta mañana, el presidente Mauricio Macri presenció la partida del primer avión de la compañía de bajo costo JetSmart desde el aeropuerto de El Palomar, y Dietrich recordó que "ninguna compañía nueva había comenzado a volar en la Argentina durante el peronismo, y esta es la cuarta vez que sucede en tres años". 

Dijo que Macri se mostró contento con el "entusiasmo y la alegría que significa la posibilidad de generar trabajo privado de calidad", y afirmó que las compañías "low cost" no sólo crean empleo sino que tienen "una mirada de desarrollo federal de conectar a un país que estaba totalmente desconectado". Respecto de los empleados desvinculados de Austral, Dietrich mencionó que "fraguaban su presencia en la compañía y no venían a trabajar", algo que duró varios meses. 

Según explicaron fuentes oficiales a esta agencia, un empleado marcaba su entrada y con el "dedo de silicona" falseaba la de sus compañeros. Solamente se presentaba uno por semana a trabajar, e incluso acudía antes de su horario habitual, para no ser detectado por los supervisores. Los empleados sí concurrían los fines de semana, donde eran ellos mismos los que marcaban el ingreso para poder acceder al cobro de horas extras y francos trabajados.

Ingresaban en el sistema el número de legajo y luego colocaban los falsos dedos, que contenían las huellas dactilares. Fueron descubiertos a partir de las cámaras de seguridad y, entre los seis que fueron despedidos, hay un delegado gremial. Tiempo atrás se detectó que un delegado de la empresa agregaba ítems a los sueldos de otros diez trabajadores. En "retribución", éstos le devolvían la mitad de estos montos extras, que les habían sido otorgados de manera irregular. 

También fueron desvinculados de la compañía.

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