Las pocas frecuencias del sistema de micros vuelven insoportable la espera en las paradas

Según la Comuna y la Provincia se realizan los controles en forma permanente. Sin embargo, los usuarios padecen cada vez más la calidad del servicio que les genera numerosos trastornos

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Diez, veinte, treinta, cuarenta minutos y hasta se redondea la hora en las paradas de colectivos mientras llega el ramal de la línea que deja en destino. La larga demora de cualquier servicio de autotransporte de la Región es diaria y si el viaje hay que realizarlo de noche, un fin de semana o un feriado ya directamente se transforma en eterna. Este déficit en las frecuencias se da tanto en las empresas municipales como en las provinciales y los usuarios no dejan de quejarse por el tiempo que pierden esperando el micro.

Consultadas las áreas de Transporte comunal y provincial, en ambos espacios se aseguró que los servicios son acordados con las empresas que los prestan y que se realizan controles periódicos sobre su funcionamiento.

Escena que le resulta familiar a incontables usuarios del transporte público. Domingo, 18.30, parada del 273 situada en la esquina del camino Belgrano y la calle 11 -City Bell- sentido hacia La Plata. Después de almorzar y pasar la tarde en lo de un familiar, Cristina Gil se dispuso a volver a su casa del centro platense. “Esperé el 273 más de un hora, como una hora y diez minutos, y fue el único micro que apareció en todo ese tiempo porque a mí cualquier ramal de esa línea me dejaba bien, pero no pasó ningún otro”, planteó la usuaria muy indignada por la espera que tuvo que soportar.

Los reclamos por el tiempo de espera en las paradas crecen. EL DIA recorrió puntos clave de corredores céntricos por donde circula la mayor parte de los servicios y en todos los refugios donde se detienen las unidades para levantar o bajar pasajeros sobran las quejas de los usuarios. Sin distinción, como se dijo, de la empresa que realiza la prestación, las demandas coinciden en el sentido de las dilatadas demoras antes de tomar el micro.

Esa situación se agrava en determinados momentos. Los horarios “pico” del movimiento urbano, que coinciden con la entrada y salida de las escuelas y de los trabajos administrativos, son los más críticos. Hay vecinos que, en ese sentido, aseguran que deben levantarse antes de las 6 para llegar a su empleo a las 8. “En ese horario los micros pasan repletos y no paran”, señalan. Ni hablar de los días del fin de semana (en particular los domingos), cuando esperar un colectivo es hasta angustiante. “Yo ni salgo de mi casa, porque nunca sé a qué hora voy a volver”, comentó, por caso, una vecina de Angel Etcheverry que toma habitualmente la línea Oeste.

Llama tanto la atención la escasez de frecuencias que algunos usuarios sostienen que los pocos servicios se deben a un “aumento del boleto encubierto”. De acuerdo a esa suposición, habría una suerte de venia por parte de las autoridades para que las empresas de colectivos en lugar de cobrar más por los viajes reducirían la cantidad de recorridos.

A su vez se observa el crecimiento de la demanda de micros porque muchos vecinos optaron por dejar el auto en el garaje y usar el transporte público para reducir gastos a la hora de realizar trámites o ir al trabajo.

Las voces con los reclamos llegaron al Concejo Deliberante platense. De ahí que solicitó al Ejecutivo comunal que “se incrementen las unidades de colectivos en circulación, especialmente durante los horarios pico”. Según describió el edil Gastón Crespo en un pedido de informes “durante los últimos días se presentaron grandes demoras entre la llegada de cada micro y el incremento de pasajeros, por el inicio de clases, hace que las unidades pasen abarrotadas y sin parar donde corresponde”.

También se indicó que “el reclamo que hacemos por la falta de unidades de circulación es histórico; se repite ante cada inicio de clases y también durante las vacaciones”. En ese sentido, el concejal cuestionó al Municipio porque, resaltó, “no controla el trabajo de las empresas y éstas hacen lo que quieren con el tiempo de los pasajeros”.

Por un lado están las líneas que prestan el servicio bajo la fiscalización de la Comuna y son aquellas cuyos recorridos se limitan al partido de La Plata. Por otra parte, funcionan las empresas que cubren trayectos que involucran a esta ciudad y alguna otra de la Región, como Berisso y Ensenada.

“Permanentes controles”

En el orden municipal, el sistema está regulado bajo un contrato vigente hasta 2022, el cual contempla la cantidad de unidades que las empresas deben poner al servicio de los vecinos, así como cumplir con la frecuencia pautada, según indicaron voceros comunales. Respecto al funcionamiento de las líneas (Oeste, Este, Sur y Norte), durante los sábados, domingos y feriados, las frecuencias, se explicó, están estipuladas en dicho convenio y “son verificadas por inspectores de Transporte del Municipio a través de permanentes procedimientos de control”.

Una respuesta similar se obtuvo en la esfera provincial, concretamente en la subsecretaría de Transporte bonaerense. “Hay un esquema aprobado y consensuado con las empresas”, afirmaron voceros del ministerio de Infraestructura y Servicios Públicos al tiempo que precisaron que el organismo “realiza operativos aleatorios de control y fiscalización y, además, si se reciben denuncias por parte de los usuarios se hace la inspección correspondiente”.

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