El jubilado les dijo “pasen a tomar café” y luego habría violado a una nena de 10 años

Se conocen porque son vecinos. Se cruzaban a diario y -como se acostumbra en las calles del Barrio Monasterio- se saludaban. Sobre el fin de semana pasado, el hombre de 62 años, ya jubilado, los sorprendió con una invitación a pasar a su casa y todo terminó mal: ahora está acusado por abusar de una de las nenas del grupo dentro de esa vivienda, una vez que pasó junto a otra chica y un chico de 14 años.

Según informaron fuentes de la Policía y la Justicia, el dramático episodio ocurrió en horas del mediodía del viernes y dejó al barrio en estado de conmoción y con amenaza de violencia.

Cuando trascendió la información sobre el presunto abuso algunos vecinos se cargaron de furia contra el acusado y amagaron con salir en su búsqueda e invadir su casa.

A esa altura, la madre de la menor ya había realizado la denuncia ante la Policía y contaba con la información más preocupante, brindada en los peritajes médicos que realizaron en el cuerpo de su hija los especialistas del Gabinete de Delitos Sexuales de la Dirección de Investigaciones de La Plata: presenta lesiones compatibles con una violación.

La información confirmó que tenía la madre de la niña, de su propio testimonio. Según le dijo a este diario una fuente de la investigación, la nena contó todo unos minutos después de ese martirio.

Mientras en el vecindario tomaba temperatura el clima de violencia, el fiscal a cargo de la causa Juan Cruz Condomí Alcorta (UFI Nº 16) ordenaba la detención en el propio domicilio del acusado.

Tras la denuncia, en el vecindario subió la tensión y se temió por un ataque a la casa del acusado

Según informó uno de los investigadores del caso, la tensión disminuyó ayer cuando el acusado dejó el barrio y se presentó ante las autoridades de la DDI para entregarse. No estaba solo: “Una hija que tiene su casa en el mismo terreno donde vive este hombre fue quien lo entregó”, indicó una fuente del equipo de Condomí Alcorta.

Siempre según la fuente, la mujer apuró la presentación por la inquietud que se había generado en el barrio. “Tenía miedo de que la gente se la tomara con la casa, porque ella vive en el mismo terreno y el ambiente era muy hostil”, apuntó el pesquisa.

Los invitó a entrar

Según relató la menor víctima del abuso, todo empezó el viernes alrededor de las dos de la tarde. Junto a otra amiga de 11 años y un amigo de 14, todos del barrio, habían salido a la calle como hacen muchos chicos en la zona, después del almuerzo.

Los tres caminaban por la calle 10 en dirección hacia la casa de una cuarta amiga, a quien pensaban convocar a unirse al grupo para pasar la tarde.

La marcha se interrumpió a poco de empezar. El jubilado vive a pocos metros de la casa de la víctima. Según el relato que quedó formalizado en el expediente judicial, el hombre los frenó y les ofreció entrar a su casa. “Pasen a tomar café” les dijo. Los chicos entraron.

La situación en el interior de la vivienda rápidamente se precipitó hacia el ataque. Primero, avanzó sobre la ropa y luego la violó, según la denuncia.

Tras el ataque la nena volvió a su casa y le contó a su madre sobre el abuso al que había sido sometida.

Una vez realizada la denuncia y la disposición de los peritajes, el titular de la DDI, Néstor Muñoz, solicitó al fiscal la detención, que finalmente se concretó el domingo por la tarde.

El relato que realizó la niña dejó a los investigadores la sospecha de que en el interior de la vivienda pudo pasar más.

Por eso, la fuente consultada en la fiscalía le dijo a este diario que se investiga si hay un historial de ataques que involucran al mismo hombre y si en la escena de la semana pasada, la otra niña que ingresó a la casa también sufrió abuso sexual.

Tras ser arrestado el domingo, el fiscal Condomí Alcorta solicitó a la jueza Marcela Garmendia la confirmación del rumbo de la causa, con la detención del acusado. La medida fue aprobada por la magistrada.