City Bell: el nombre de una familia de ascendencia escocesa
Edición Impresa | 19 de Noviembre de 2020 | 02:43

Los citybelenses saben de dónde viene el nombre del pueblo, porque los descendientes de la familia fundadora -los Bell- siguen visitando al pueblo y se relacionan, por lo menos una vez al año, con antiguos vecinos y con miembros de las entidades representativas de la bella localidad, ubicada a unos diez kilómetros del casco urbano de La Plata y convertida, sobre todo en los últimos años, en un centro comercial y residencial de gran valía.
“Como homenaje a la familia Bell, cuyo trabajo e inteligencia han contribuido en tres generaciones sucesivas a la prosperidad de las industrias madres de nuestro país, propongo se designe al nuevo pueblo con el nombre de City Bell”. Así explicó José Guerrico, presidente de la Sociedad Anónima City Bell, el bautismo de la villa que la entidad comercial proyectó sobre 300 hectáreas de la antigua Estancia Grande, adquiridas en 1913 a la sucesión de Jorge Bell.
El Ejecutivo provincial, por resolución del 10 de mayo de 1914, aprobó el emprendimiento. Ese mismo año, se habilitó la estación ferroviaria, hoy modernizada. Cabe señalar que el apellido Bell llegó a la Argentina desde Aberdeen, Escocia, a inicios del siglo XIX.
Según relatos de Lorna Bell, nieta de Jorge, “mi bisabuelo fue el primero de la familia en radicarse en la Argentina; estableció una fundición de hierro en donde se fabricaban máquinas agrícolas y herramientas de trabajo -arados, rastras, palas, rastrillos-; como le vendió al gobierno, y no le pagaban, fue que alrededor de 1820 le ofrecieron cancelar la deuda con tierras. Una de las estancias que le dieron fue la estancia de los jesuitas. Esa fue la Estancia Grande de mi abuelo”.
La llamada Estancia Grande es desde hace décadas la sede del Batallón 601 de Comunicaciones, cuya entrada se encuentra sobre el camino Centenario y Güemes, en donde se preserva el casco del establecimiento de campo. Y allí es donde se reúnen periódicamente los descendientes de los Bell fundadores con los vecinos del pueblo.
Cabe señalar que, desde el punto de vista formal, el último día de enero de 1925 tuvo lugar la inauguración oficial de City Bell, el pueblo impulsado por la sociedad anónima del mismo nombre, cuyo directorio presidía -tras la muerte de José Guerrico- Adolfo Labougle.
CANTILO
En esa fecha, a la estación de la localidad llegaron en trenes especiales numerosos funcionarios municipales y provinciales, entre ellos el gobernador radical José Luis Cantilo. En ese momento la calle principal de la incipiente urbanización era conocida como 14; la iniciativa popular quiso entonces bautizarla como el visitante, quien auguró que “City Bell será la villa más importante y de mayor belleza de las ubicadas en las inmediaciones de la capital bonaerense”, y gestionó la pavimentación del acceso.
Allá por las décadas del 20 y 30 comenzaron a construirse casas residenciales
Amigo personal del presidente Hipólito Yrigoyen, Cantilo participó en las revoluciones radicales de 1893 y 1905. Durante su extensa vida pública, fue diputado provincial; interventor de la Provincia (1917-18); intendente de la capital federal (1919-21 y 1928-30); gobernador electo (1922-1926); diplomático y diputado nacional.
Creó colonias penales con el objetivo de mejorar la condición de los reclusos; dispuso la enseñanza profesional e industrial en las escuelas primarias; creó escuelas rurales para mujeres; impulsó el Departamento Nacional del Trabajo; creó museos, hospitales, colegios e instituciones como el Jockey Club, el Aero Club Argentino y el Club Argentino de Comercio.
CRECIMIENTO
Vertebrado sobre la avenida Cantilo, durante décadas la única calle pavimentada y que era recorrida por el incansable micro 3 que venía desde La Plata por el camino Belgrano y avanzaba luego hasta la estación ferroviaria, City Bell se consolidó primero como un territorio poblado de quintas y de tambos. En las décadas del 20 y 30 comenzaron a construirse casas residenciales, que fueron primero de fin de semana para irse convirtiendo en residencias permanentes.
El apellido Bell llegó a la Argentina desde Aberdeen, Escocia, a inicios del siglo XIX
El crecimiento poblacional de City Bell, favorecido a fines de la década del 50 por el auge del automotor y de las líneas de transporte de pasajeros, se pobló y florecieron los primeros comercios en cercanías del Centenario. Este último fenómeno literalmente explotó en la última década, convirtiendo a City Bell en un centro comercial de primer nivel que atrae visitantes no solo de La Plata sino de numerosos distritos vecinos y de la ciudad de Buenos Aires.
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