Marina Fages: melodías poderosas para salvar al mundo

En el marco del Festival Reversible que comienza mañana, la inclasificable artista se presentará el viernes en nuestra ciudad

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Marina Fages quiere cambiar el mundo, una canción a la vez: la misión se la propuso hace diez meses, cuando lanzó “Épica & Fantástica”, su tercer disco solista “súper positivo, bailable, para salir a romperla”: un recorrido musical hecho de punk pop, electropop, sintetizadores y aventuras para transformar la realidad, que será protagonista el viernes en la sala de 49 entre 4 y 5, cuando a Fages y su banda de amigas heroínas del rock cierren la segunda jornada del Festival Reversible que comienza mañana.

Fages promete un show “enérgico y divertido”, aunque, en un impulso de autoconsciencia, lanza un “¡ah re!” para matizar su frase hecha de marketing. Pero nadie que la haya visto en vivo puede negar que una energía especial recorre el escenario en sus presentaciones: “Es una posibilidad de la música que me gusta mucho, poder explorar las corrientes que te atraviesan, sentir que podés salir corriendo y volar: esa vitalidad”, dice al respecto la también artista plástica de pelo turquesa, en diálogo con EL DIA.

En su último trabajo, esa electricidad se entremezcla con “un discurso positivo, de celebración de la vida, de superación de los obstáculos que nos tocan”, en canciones sobre amistades, proezas en el fin del mundo y nuevos mundos posibles, una poética contaminada del “nerdismo” de Fages, seguidora de doramas coreanos y amante del anime japonés: como si se tratara de un “Yoshimi Battles the Pink Robots” vernáculo, en su “Épica & Fantástica” aparece no solo el espíritu épico de las fantasías animadas de ayer y hoy, sino también algunas reminiscencias 8 bit y sonidos del pop y el rock orientales que construyen la identidad única del disco.

Pero la fantasía no se presenta como un escape (o solo como un escape) sino, dice Fages, “como una herramienta: la fantasía puede servir como un refugio, como muchas veces lo fue en mi infancia, como lo fueron los libros que leía o las fantasías que tenía cuando no podía dormir; pero también, el ejercicio de fantasear con como podrían ser las cosas es una herramienta muy poderosa para resolver problemas y encontrar soluciones nuevas a cosas que fallan, que no nos gustan, que nos parecen injustas”.

“Porque hay muchas maneras de hacer las cosas, hay que pensar un poco más qué nos sirve a todos, no solo con un carácter punitivista”, opina la habitante ilustre de San Telmo. “Hay muchas perspectivas a tener en cuenta para los problemas que nos tocan como sociedad. Está bueno tener una conciencia amplia, y eso se logra poniéndose en el lugar de otro, si no podés imaginarte qué le puede pasar al otro no hay manera que lo vayas a entender y que esa relación vaya a funcionar”.

Fages, que como artista plástica ha expuesto su trabajo en Europa (también ha realizado murales en México, Alemania, Inglaterra y más acá, y algunos pueden verse en sus redes sociales) cierra la segunda jornada del festival con una ayudita de sus amigas, acompañada de la ilustre banda con la que presentó su último trabajo en Niceto, compuesta por Lucy Patané, Ceci Grammático y Clara Rodríguez. En hermandad, como ha sido siempre su carrera autogestiva: es una de las fundadoras de Marder, el colectivo argentino artístico de improvisación que entre otras manifestaciones ha producido festivales, obras performáticas y recitales, y fundó Mercurio Disquería junto a un grupo de amigos, un espacio único para la escena autogestionada e independiente de Argentina.

E incluso en esa idea de lo colectivo parecen asomar, si hacemos un esfuerzo por cerrar la interpretación, ideas de la fantasía épica que dan nombre a su último disco, reminiscencias de esos héroes que nunca van solos, que siempre van a hacerle frente al apocalipsis con amigos, una imagen, por otro lado, muy presente en la iconografía indie del siglo XXI. Fages acepta la idea, y también la sugerencia de que es lo colectivo lo que nos va a salvar.

“Es que las voluntades individuales son necesarias, pero solo pueden hacer algo concreto cuando te juntás con otras personas”, afirma. “Hacer cualquier cosa en equipo es mucho mejor, más fácil y real, que estar en tu casa flashando, hablando en Twitter y pensando que podés cambiar el mundo”.

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