El coronavirus contra el vino

El avance de la pandemia tiene en vilo al mundo entero. Está provocando serios problemas económicos en diferentes industrias. El sector vitivinícola, no está ajeno a ello.

@pabloamado1

Los vaivenes de la economía nacional provocan una merma en el consumo interno y las expectativas que están centradas en la exportación, ahora sufren las consecuencias del coronavirus.

Si bien Argentina no tiene a China como principal país que recibe nuestros vinos, se había comenzado a trabajar para que el gigante asiático comience a figurar con el transcurso del tiempo como uno de los principales destinos.

Algunas voces del sector, coinciden en señalar que va a ser un año difícil para la industria vitivinícola porque la economía, sufrirá a causa de esta pandemia y sus efectos colaterales tendrán consecuencias severas.

Con este panorama, las exportaciones seguramente tendrán una merma importante y dejarán como huella un año negativo en ese aspecto.

Existen algunos motivos, por los cuales las bodegas argentinas deberán afrontar y asumir que el deterioro económico será importante.

Como se mencionó anteriormente, China a pesar de no ser el principal país receptor del vino argentino, tiene un papel destacado en la economía mundial. En la última década, multiplicó en volúmenes, por 12 las compras en vinos y espumantes.

A causa del coronavirus, las bodegas que tienen como objetivo exportar para ubicar sus vinos en hoteles y restaurantes, debido a que diferentes países impusieron la cuarentena, se estima que las pérdidas serán importantes.

Los países más perjudicados por la caída del mercado chino son Australia, Chile y Francia. Como contrapartida, para no perder tanto, el comercio electrónico empezó a tener protagonismo en China. Allí, tuvieron un incremento del 60% en las plataformas que venden alcohol.

Según, el Observatorio Vitivinícola, China ocupó el 7° puesto en 2019, con importaciones de vino argentino.

En el plano internacional, dos de los tres principales países productores (Italia y España), están atravesando terribles pérdidas como consecuencia del ataque devastador que sufrieron por el coronavirus. En ambos estados, consideran que tendrán que esperar hasta que finalice la primavera para poder recuperar paulatinamente la economía, lo que implica que la vitivinicultura también está involucrada.

Por otra parte, es una incógnita para la industria nacional vitivinícola, saber cómo impactará la exportación de sus vinos al Reino Unido, que es el segundo destino de los vinos argentinos.

El turismo, también juega un rol preponderante en las bodegas argentinas. Luego, de la decisión del gobierno nacional de cerrar las fronteras, el enoturismo sufrirá serias consecuencias. Principalmente, porque casi el 40% de ingreso en esta clase de turismo, es extranjero.

Además, al suspenderse todo tipo de eventos en el mundo, las bodegas que tenían la posibilidad de mostrar sus productos en las diferentes ferias que están dedicadas a ofrecer y colocar los vinos en nuevos mercados, tendrán que esperar hasta nuevo aviso.

 

 

 

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