La crisis de la tevé: una industria parada y sus protagonistas en guerra
Edición Impresa | 14 de Mayo de 2020 | 04:56

Hace menos de una semana, la Presidenta de la Asociación Argentina de Actores, Alejandra Darín, lanzó una frase que quedó resonando en el medio: “La actividad actoral no es indispensable”.
Su sentencia se dio como consecuencia del pedido de una “flexibilización” en el rubro para poder trabajar, que ella calificó de “imposible” porque se estaría cometiendo un “delito”, ya que el Gobierno es quien dispuso, a través de un decreto, cuales son las “excepciones durante el aislamiento”, remarcando que la actividad actoral no está entre ellas.
Como era de esperar, su testimonio generó gran revuelo, más tratándose de la máxima autoridad de una institución que defiende, desde 1919, “los derechos de los actores”.
Una de las primeras en levantar la voz fue Moria Casán, quien aclarando que “respeta” a la “Sra. Darín” pidió que cambien las siglas de la entidad en tanto “me impresiona y me hace acordar a la triple A” y solicitó “cambios urgentes en el nuevo mundo”, ya que a los actores “no nos puede frenar un mosquito, dos gotas de saliva y una cucharada de moco” porque “todo el mundo actúa, así que somos actores del mundo, ninguna regla nos coartará”.
Quien también salió a responderle a la presidenta del gremio fue Luciano Castro, que planteó: “Es mucho más fácil controlar una ficción, en donde hay 200 trabajadores, que un canal de televisión, en donde hay muchísimas más personas. ¿Por qué Jey Mammon puede estar invitado a un programa pero no haciendo un personaje? La verdad que no lo entiendo”.
El actor dejó en claro que, al igual que otros sectores de la sociedad, la está pasando mal. “Yo sé que hay mucha gente puteándome por esto, pero tengo un punto de vista muy sólido. Yo también tengo familia. Soy hijo de docentes, mi hermano hace malabares para tener el mango diario. ¿Y a quién le importa? somos muy pocos los que defienden a los actores” dijo y agregó: “No estoy ajeno a lo que pasa. Es mi trabajo. Yo también quiero volver a trabajar. Y, es re botón lo que voy a decir, pero si me ofrecen menos de lo que pido, lo voy a tener que aceptar”.
Otro que se refirió a los dichos de Alejandra Darín fue Pepe Cibrián. Al genial actor, autor y director le parecieron “lamentables” los dichos de la hermana de Ricardo. “Puede que haya habido alguna mala interpretación o que no haya querido decir eso. Hay muchas cosas que no son indispensables. Lo único indispensable es un médico, comer y ponerse una aspirina. Pero para los compañeros es aberrante”.
El creador de míticos musicales como “Drácula” o “El fantasma de la ópera” volvió a adjetivar como “terribles” y “desafortunadas” las palabras de la funcionaria porque considera que “el arte sana” en un momento tan difícil como el actual.
Otro que eligió hablar fue el periodista Luis Ventura, que no tuvo piedad con la Asociación Argentina de Actores y reclamó explicaciones sobre “¿por qué no tuvo un comunicado para un canal que armó toda su grilla en base a un setenta y pico por ciento de productos extranjeros?”. El periodista, claro, hacía referencia a Telefé. “¿Por qué no se fija la cantidad de productos extranjeros que desfilan por la pantalla sacándole laburo a la ficción? ¿Por qué la Asociación no mete el dedo ahí?”, se lamentó el chimentero.
En otro frente, apareció el productor Quique Estevanez, que en una charla radial reconoció que la industria de la televisión “está parada” y es una problemática que comenzó “mucho antes de la pandemia”. “¿Qué pasa en la Argentina? Que no producimos, la tele no tiene publicidad, las empresas no tienen plata para producir un programa”, sentenció el padre de Sebastián, que fue otro que disparó una frase que hizo enojar a varios, al decir que “el actor es muy caro”.
Si bien reconoció que “se saca el sombrero” con las autoridades de la AAA por mantenerse firmes en la decisión de no grabar en este contexto que le parece “riesgoso”, reconoció que es necesario “terminar con algunas cosas” que vienen de la mano de un convenio de más de medio siglo como, por ejemplo, “que los actores tienen que trabajar (no más de) seis horas porque es insalubre”. En este sentido, dijo que “para mí, el actor es muy caro para una novela, no lo podés pagar porque se te van los valores, hay que poner voluntad en todos los rubros”.
Además se refirió al planteo de muchos actores que, en este momento, reclaman a los canales la repetición de ficciones para cobrar derechos de intérprete. Según el productor, no es “mala voluntad” de las señales sino un problema económico. “Me gustaría regalarle a la TV Pública ‘Los buscas de siempre’, que la hice hace 20 años, para que podamos verlo otra vez y no dejarlo tirado en un cajón, pero el canal tendría que pagar una fortuna por las repeticiones”, explicó el empresario y remarcó: “Hay que ponerse de acuerdo, juntarse todas las partes y hablar en serio”.
Sus palabras hicieron mucho ruido. Una de las primeras en responderle fue María Fiorentino, actual prosecretaria de SAGAI (Sociedad Argentina de Gestión de Actores Intérpretes) quien, tras definirlo como un “caradura”, le aconsejó: “Tendría que callarse la boca”.
Alejandro Fantino, desde su ciclo por América, también quiso dejarle en claro algunos puntos al padre del querido Sebastián Estevanez. “Quique, te va bárbaro, te ha ido bárbaro como la hiciste, con tu cabeza, con tus guiones, con tu empresa, con tu genialidad a la hora de escribir pero la hiciste también con los actores, que hoy le estás pidiendo bajarle el sueldo”, le mandó a decir el periodista desde su programa en América.
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