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Policiales |Un peritaje clave que se hizo en la plata

Dos hombres, un loro y una mordida que terminó de esclarecer un femicidio atroz

Pasó el 30 de diciembre de 2018, en San Fernando. La víctima convivía con los dos acusados y un ave que repetía “por favor, soltame”

Dos hombres, un loro y una mordida que terminó de esclarecer un femicidio atroz

Cotejaron una lesión en el cuerpo con mordidas de los acusados/télam

24 de Mayo de 2020 | 06:05
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Dos hombres irán a juicio acusados de violar y asesinar a la mujer con la que convivían en el partido bonaerense de San Fernando, en lo que fue el último femicidio de 2018 y cuya investigación tuvo la particularidad de que uno de los imputados quedó incriminado por un singular peritaje odontológico, considerado por algunos expertos como una “huella digital”, que identificó como suya una mordida que padeció la víctima durante el ataque.

Elizabeth Alejandra Toledo (46), fue asesinada en la madrugada del 30 de diciembre de 2018 en una vivienda del barrio Presidente Perón, en Virreyes Oeste. La fiscal Bibiana Santella elevó la causa a juicio, que estará a cargo del Tribunal Oral en lo Criminal 6 de San Isidro.

Los dos acusados son Miguel Saturnino Rolón (52), alias “Mambo”, y Jorge Raúl Álvarez (64), alias “tío Jorge”, quienes serán juzgados por delitos que prevén prisión perpetua. El caso develó la vulnerabilidad de la víctima, una mujer con retraso madurativo que, según declaró su propio entorno, convivía con tres hombres que la sometían a maltratos nunca denunciados.

Toledo, a quien llamaban “Eli”, apareció asesinada a las 6 de aquella madrugada de tormenta en una habitación de madera tipo altillo que alquilaba, desnuda, tirada boca arriba en un colchón en el piso, en medio de un gran desorden y con golpes en el rostro. La autopsia determinó que había sido violada en vida, que le dieron una paliza -sobre todo en la cabeza-, y que la causa de muerte fue un estrangulamiento manual. Los forenses encontraron en su antebrazo derecho marcas de mordeduras que resultaron clave para esclarecer este caso que desde el principio tuvo como sospechosos a los tres hombres que convivían con “Eli”. Uno fue sobreseído porque tenía coartada y unos 15 días antes fue echado de la casa por golpear a la víctima.

La fiscal le encomendó a la División Odontología Legal de la Superintendencia de Policía Científica de La Plata que cotejara la impronta de la mordida que dejó el asesino con la de cada uno de los sospechosos. Para algunos expertos en odontología forense, esas marcas pueden ser como una huella digital.

Los peritos hicieron con moldes una copia exacta de la dentadura de los imputados y al comparar la mordida de cada uno de ellos con las marcas halladas en la víctima, llegaron a la conclusión de que coincidían en tres puntos con “el canino, primer premolar y segundo premolar” de la arcada inferior izquierda del imputado Rolón, según el peritaje. “Mambo” Rolón fue la persona que dio aviso al 911 para reportar que había hallado a Toledo asesinada.

La mordida no fue lo único que lo complicó. Un policía que llegó a la escena declaró que cuando aún no había arribado el médico legista, Rolón dijo que “seguramente” habían “estrangulado” a la mujer. A Álvarez, la evidencia que más lo compromete es una pericia de ADN que concluyó que su perfil genético coincide con el de los restos orgánicos hallados en el cuerpo de la víctima tras ser violada. Un allegado contó en fiscalía la particular versión que el propio “tío Jorge” le dio 10 días después del crimen. Le dijo que esa madrugada llegó a la casa, la vio a Toledo en la cama, tuvo relaciones y que recién luego de ello se dio cuenta de que estaba muerta.

Toledo tenía como mascota un loro que fue hallado en la escena diciendo la frase “ay no, por favor soltame”, un ruego que pudo haber hecho la mujer mientras era asesinada, creen los investigadores. El loro también es mencionado en la causa por una almacenera que una vez lo escuchó repetir la frase “¿por qué me pegaste?” y justo coincidió con el momento en el que una de las parejas de la víctima fue echada de la casa por pegarle a Toledo.

 

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