El que deja la política por no ser lo suyo

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Ernesto Talvi llegó de puntillas a la política uruguaya. El economista se declaró “heredero” en el Partido Colorado (PC, centroderecha) del fallecido Jorge Batlle, quien fuera presidente del país entre 2000 y 2005, fue canciller durante 4 meses y, dos años después, deja este ámbito, que, dice, no es el suyo.

“Debo reconocer que sobreestimé mi capacidad de adaptarme del quehacer académico al quehacer político. Y, aunque hoy creo entenderlo y en todo momento intenté hacer lo mejor, no es lo mío”, es uno de los párrafos de la carta de despedida que difundió.

Tras 15 años de travesía en el desierto del PC, con tres elecciones consecutivas ganadas por la coalición de izquierda Frente Amplio (FA) frente a candidatos del Partido Nacional (PN, centroderecha), el regreso del histórico líder Julio María Sanguinetti elevó los ánimos de sus votantes para los comicios de 2019, llamados a ser “los del cambio”. No obstante, el “outsider” Talvi derrotó en las primarias al dos veces presidente de Uruguay (1985-1990 y 1995-2000), con un discurso liberal en economía y mucha política social, para convertirse en el candidato del PC a las elecciones presidenciales de octubre pasado.Sin embargo no alcanzó la segunda vuelta.

El economista, que celebró en junio su 63º cumpleaños, se convirtió en una de las figuras más relevantes del Gobierno de Lacalle Pou, que asumió el 1 de marzo y que ha estado marcado sin duda por la crisis de la COVID-19, una pandemia que cerró las fronteras del mundo y que impidió al que fuera canciller salir de Uruguay. En esos cuatro meses, fue una de las figuras más elogiadas del Ejecutivo, gracias, sobre todo, a las repatriaciones de uruguayos varados en todo el mundo y los corredores humanitarios, organizados para que viajeros internacionales de paso por Uruguay retornaran a sus países. (EFE)

 

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