Disturbios en una playa por restricciones del COVID-19

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BRUSELAS

Varias ciudades y estaciones balnearias de Bélgica, situadas en el litoral flamenco, anunciaron ayer la prohibición de “turistas de un día”, durante la ola de calor que azota a Europa luego de los incidentes ocurridos por el no respeto de las medidas sanitarias contra la pandemia de COVID-19.

Las comunas de Knokke-Heist y de Blankenberge tomaron esta decisión para “garantizar la seguridad pública”, indicaron los alcaldes.

Varias personas fueron detenidas el sábado en Blankenberge después de una batalla campal que tuvo lugar en la playa, entre grupos de turistas.

Un grupo de jóvenes fue intimado a abandonar la playa tras negarse a respetar las medidas de seguridad impuestas para combatir la pandemia.

Fue entonces que estalló una pelea entre los veraneantes y se convirtió en trifulca cuando llegó la policía que, según videos difundidos en redes sociales, fue atacada con sombrillas en la playa.

“Esto no puede durar más. Estamos haciendo todo lo posible para mantener la seguridad de nuestro balneario”, se quejó la alcaldesa de la localidad, Daphné Dumery.

A los revoltosos detenidos se les prohibió permanecer en la localidad y el turismo de un día fue prohibido.

“Cualquiera que llegue a Blankenberge debe tener una razón válida para venir (una propiedad en el lugar o una reserva de hotel). Con esta medida intentamos restablecer la calma”, declaró Dumery. La comuna de Knokke tomó una decisión similar luego de una decena de incidentes durante todo el día.

“Todos los vehículos serán controlados. Cualquiera que no tenga una razón válida para estar en Knokke tendrá que irse”, se indicó desde la alcaldía.

COMPLICADA OLA DE CALOR

En este marco, el intenso calor que se en vive Europa y que lleva a la gente a las playas, como pasó en Bélgica, está poniendo a prueba la prevención contra los rebrotes de coronavirus en el Viejo Continente.

Con temperaturas que superan los 35ºC en la mayor parte del continente y los rebrotes aumentando peligrosamente como en España, las autoridades europeas tratan de que se cumplan las medidas de distanciamiento y el uso de mascarillas para frenar la propagación.

Con más de 213.000 muertos, Europa es el segundo continente más afectado por la pandemia, solo por detrás de América latina y el Caribe, donde los muertos superan los 218.000.

Europa había dejado atrás el confinamiento en la mayoría de los países en mayo, pero los rebrotes resurgieron a partir de julio, obligando a adoptar nuevas restricciones en plenas vacaciones veraniegas, ante las reticencias de una parte de sus habitantes, en particular los más jóvenes, y en detrimento de la economía. (AFP)

 

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