Lunes sin carne: la nueva tendencia ecológica

Quien esté muy pendiente de las redes sociales seguramente reconoce la etiquetas #lunessincarne o #meatlessmondays. Como su propio nombre indica, este movimiento promueve no comer carne durante el primer día de la semana. Si bien esto se ha convertido en una tendencia que cada vez gana más adeptos, no se trata de una idea actual.

El movimiento tiene su origen en la Primera Guerra Mundial y se trató de una campaña impulsada por el Gobierno de los Estados Unidos con el objetivo de reducir el consumo de carne por temas económicos y de disponibilidad de alimentos. Eran otros tiempos y otras motivaciones, por lo que actualmente la iniciativa tiene un enfoque diferente.

El lunes sin carne se ha convertido en un movimiento cada vez más presente en todo el mundo. De hecho, muchas empresas, personajes famosos y ciudades ya se han sumado a la iniciativa. La finalidad de esta tendencia es fomentar el cuidado de la salud y la concienciación con el planeta al disminuir el consumo de alimentos de origen animal.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió sobre el peligro de comer demasiada carne, especialmente si es procesada, por la relación que hay entre un consumo excesivo y determinados problemas de salud. No se trata de dejar de comerla, la idea es reducir su ingesta y elegir la de mejor calidad, por lo que se recomienda evitar sus derivados (embutidos, salchichas y otros productos procesados).

Por otra parte, los lunes sin carne no sólo tienen presentes a las personas y su salud, sino que la campaña también busca tener un impacto positivo en el medio ambiente y defender el bienestar animal.

La cría a nivel industrial provoca que los animales vivan en condiciones que no son las apropiadas y, además, esta actividad también repercute negativamente en la contaminación atmosférica. De hecho según la FAO, la cantidad de gases de efecto invernadero emitida por el sector ganadero es mayor que la emitida por los automóviles.

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Esta primera jornada después del fin de semana muchas veces se relaciona con el día en que las personas son más propensas a cuidar su salud. Quién no ha dicho alguna vez “el lunes empiezo”.

EL PESO DE LOS FAMOSOS

Desde hace varios años, artistas de diversas áreas se han unido a organizaciones internacionales para promover los lunes sin carne y Paul McCartney, junto a sus hijas Mary y Stella, se sumó al Meat Free Monday con el cortometraje titulado One Day a Week para alentar a las personas elegir un día a la semana para no comer productos de origen animal.

La película, que se estrenó en 2017 antes de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, se centra en la agricultura animal como un aspecto poco cubierto del cambio climático. La base de Meat Free Monday es “crear conciencia e inspirar a las personas a hacer un cambio en sus dietas desde un punto de partida inicial alcanzable”.

“Hay una forma simple pero significativa de ayudar a proteger al planeta y a todos sus habitantes”, dice McCartney a la cámara en la película. “Y comienza con solo un día a la semana. Un día sin comer productos de origen animal puede tener un gran impacto para ayudar a mantener ese delicado equilibrio que nos sostiene a todos”.

MOTIVOS

Quienes apoyan esta iniciativa tienen una lista de motivos para consumir menos carne y más frutas y verduras.

Por nuestro bienestar, consumir más frutas y vegetales tiene un efecto favorable en el riesgo de enfermedades cardiovasculares, la presión arterial y el nivel de colesterol.

Se previene la obesidad, ya que las frutas y vegetales un alto contenido en fibras, lo cual brinda sensación de saciedad sin comer de más.

Las comidas basadas en plantas como vegetales, porotos o granos son mucho más asequibles.

En el mundo 800 millones de personas sufren de hambre o malnutrición y se necesitan 12 kilos de granos como alimento para los animales para producir sólo 1 kilo de carne. Si la producción actual de cultivos empleada para alimentar animales o para otros usos, se trasladara a un consumo directo se podría suplir las necesidades básicas alimentarias de 4 billones de personas más.

Se busca el beneficio de la salud humana, animal y la del planeta

Cerca del 15 por ciento de los gases del efecto invernadero emitidos a nivel mundial y que contribuyen enormemente a aumentar el cambio climático, corresponden la producción de carne, lácteos y huevos.

Los gases emitidos en la producción de alimentos son: el metano de los animales, el dióxido de carbono por la deforestación y el óxido nitroso de los fertilizantes.

La utilización de combustibles fósiles para producir carnes es muchísimo mayor que la que se emplea para producir alimentos a base de plantas.

En cuanto a la utilización de agua, 1 kilo de arroz requiere 3.500 litros de agua, mientras que 1 kilo de carne consume 15 mil litros.

Uso de la tierra, degradación y deforestación: la demanda global de carne incrementa el uso de las tierras, degradándolas y dando como resultados una valiosa pérdida de bosques y selvas tropicales.